Vientos más suaves ayudan a combatir incendios en California
Los bomberos aprovechan la disminución de los vientos para combatir un incendio cerca del popular Lago Tahoe y permiten el regreso de algunos residentes a sus casas
Los bomberos aprovechaban la disminución de los vientos para combatir un incendio cerca del popular Lago Tahoe y permitieron el regreso de algunos residentes a sus casas, pero el clima seco y el posible aumento de las temperaturas para el fin de semana hacían que la batalla estuviese lejos de terminar.
El incendio de Caldor seguía a unas pocas millas de South Lake Tahoe, que desalojó a sus 22.000 residentes hace días, además de casinos y tiendas en la frontera del estado con Nevada
Impulsado por el viento, el fuego, que comenzó el 14 de agosto y se propagó por zonas escarpadas y de bosque denso, sigue amenazando a más de 30.000 viviendas, negocios y otros inmuebles desde cabañas a estaciones de esquí.
Pero había un ambiente optimista y de progreso a medida que los vientos amainaban en el flanco occidental,mientras que en el noreste, a pesar de las ráfagas de viento, bomberos con topadoras y palas acortaban constantemente las líneas del fuego o quemaban vegetación para encerrar las llamas antes de que lleguen a Tahoe.
La previsión meteorológica del viernes contempla vientos más suaves pero también un clima extremadamente seco durante el día, con una tendencia a que aumente la temperatura durante el fin de semana a medida que aumenta la presión en el oeste, según los bomberos.
El incendio de Caldor abarca unos 855 kilómetros cuadrados (330 millas cuadradas) y estaba contenido en un 27%. Su extremo noreste estaba a unos 5 kilómetros (3 millas) al sur de South Lake Tahoe.
Más de 15.000 luchaban contra las llamas en las docenas de incendios que han destrozado al menos 1.500 viviendas en California. Uno de ellos, el de Dixie, estaba a unos 105 kilómetros (65 millas) al norte del de Caldor. Es el segundo más grave en la historia del estado con unos 3.496 kilómetros cuadrados (1.350 millas cuadradas) y está contenido al 55%.
El cambio climático ha hecho el oeste de Estados Unidos mucho más cálido y seco en los últimos 30 años, y seguirá provocando fenómenos más extremos e incendios más frecuentes, destructivos e impredecibles, según los científicos. Por el momento, en esta temporada de incendios no se han reportado víctimas mortales.