Venezuela: Comunidad LGTBIQ exige más derechos
Varios cientos de manifestantes recorrieron las calles de la capital venezolana para exigir más derechos para la comunidad LGTBIQ, muchos de ellos ataviados con pelucas, banderas de arcoíris y disfraces que le dieron un tono festivo a una caminata que el año pasado se canceló por la pandemia de COVID-19
Varios cientos de manifestantes recorrieron las calles de la capital venezolana para exigir más derechos para la comunidad LGTBIQ, muchos de ellos ataviados con pelucas, banderas de arcoíris y disfraces que le dieron un tono festivo a una caminata que el año pasado se canceló por la pandemia de COVID-19.
Gilber Flores, un bailarín y coreógrafo de 33 años que lucía un vestido brillante de arcoíris, fue uno de los participantes en la “31ra marcha del orgullo LGTBIQ+”. Afirmó que detrás de los colores vistosos, el maquillaje y el vestuario deslumbrante se esconde también la pena que muchos sienten por la constante discriminación y violencia en su contra.
“Nosotros creamos una coraza con la cual nos protegemos pero, por dentro, nosotros ante esos comentarios estamos mal”, dijo Flores. “Este toquecito de rebeldía es como decir: yo sí puedo, yo sí puedo salir hoy, yo sí me puedo vestir así, yo sí puedo marchar”.
En este país sudamericano de mayoría católica, conservador en algunos temas y liberal en otros, rara vez se condena la homofobia y rara vez hay muestras visibles de apoyo a la comunidad LGTBIQ.
Luego de varias pequeñas protestas de la comunidad en Caracas este año, en las que apenas reunieron a unas 50 personas, la marcha del domingo sorprendió a muchos con grandes multitudes desplazándose por las avenidas de la capital.
“Este día es una marcha de reivindicación y de festejar que somos lo que somos”, dijo Karina Mantilla, psicóloga y activista. "Es un orgullo que podamos estar aquí, que podemos ser visibles... y seguir pidiendo nuestros derechos, que todavía no están del todo asegurados en este país”.
A pesar de que Venezuela fue uno de los primeros países del mundo en establecer el matrimonio civil, en enero de 1873, en medio de frecuentes y choques entre sus gobernantes y la Iglesia Católica, la legalización de la unión de dos personas del mismo sexo ha sido pospuesta durante años.
El matrimonio civil en Venezuela es el único legalmente válido.
El Código Civil venezolano establece que el matrimonio “no puede contraerse sino entre un solo hombre y una sola mujer”, no se “reconoce otro matrimonio contraído en Venezuela” y es el único que produce “efectos legales, tanto respecto de las personas como respecto de los bienes”. En consecuencia, se establece que únicamente después de celebrado el matrimonio civil, los contrayentes podrán cumplir con los ritos de la religión que profesen.
El Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el gobierno, mantiene pendiente decenas de casos relacionados con la comunidad LGTBIQ desde hace casi dos décadas.
En la Asamblea Nacional, que ha estado bajo control oficialista en 17 de los últimos 23 años, continúa archivado desde hace varios años un anteproyecto de ley de reforma del Código Civil que permitiría el matrimonio igualitario, entre otros temas de protección legal o reconocimiento de la comunidad LGTBIQ.
No se han producido avances luego de que en octubre de 2020, el presidente Nicolás Maduro expresó que la Asamblea Nacional, dominada por sus partidarios luego de cinco años de control opositor, debía tener en su agenda “el matrimonio LGTB”.