Venecia sabe de plagas, inicia festival de cine con cautela
El lugar central de Venecia en la historia de la lucha contra las pandemias proporciona un telón de fondo relevante para el Festival de Cine de Venecia, que comienza el miércoles con “Madres paralelas” de Pedro Almodóvar
Se podría perdonar a los visitantes de Venecia por no percatarse de que, más allá de la majestuosidad de la Plaza de San Marcos y los paseos románticos en góndola, se encuentra una ciudad que ayudó a proporcionar una base a lo que el mundo sabe hoy sobre las pandemias y cómo combatirlas.
Fue aquí donde se acuñó el término “cuarentena”, luego que los barcos mercantes que llegaban a la República de Venecia del siglo XV permanecieran amarrados 40 días (“quaranta giorni” en italiano) para ver si sus tripulaciones estaban afectadas por la plaga. Fue aquí donde se construyó el primer hospital de pestilencia aislado en una isla solitaria en la laguna, un precursor de las salas de aislamiento de COVID-19 de hoy. Y fue en Venecia donde los médicos del siglo XVI se pusieron máscaras con forma de pico llenas de hierbas aromáticas para limpiar el aire que respiraban cuando trataban a los enfermos, un intento de autoprotección que hoy en día es la opción preferida para los disfraces del Carnaval veneciano.
El lugar central de Venecia en la historia de la lucha contra las pandemias proporciona un telón de fondo relevante para el Festival de Cine de Venecia de este año, que comienza el miércoles con el estreno de la película de Pedro Almodóvar “Madres paralelas” en competencia. Almodóvar desarrolló el proyecto durante el bloqueo del coronavirus de 2020 en España uno de los más duros de occidente.
En una proyección previa a la inauguración, el martes, el director italiano Andre Segre presenta un corto documental filmado el año pasado que muestra cómo los organizadores de Venecia se enfrentaron al COVID-19 para organizar el primer y único festival internacional de cine en persona durante el primer año del brote, un evento reducido que, sin embargo, demostró que se podía hacer. Cannes volvió a la vida este año tras saltarse el 2020, y otros grandes festivales se hicieron en gran parte de manera virtual después de que estalló la pandemia.
Las escenas en la película de Segre — impactantes entonces, normales ahora — presentan salas a medio llenar para estrenos de Hollywood, estrellas de cine enmascaradas, limpiadores con trajes para materiales peligrosos y la toma de temperatura usando termómetros remotos en los puntos de ingreso y control del festival.
Se planean precauciones similares para este año, con una enorme barricada que vuelve a sellar el acceso público a la alfombra roja y oportunidades limitadas para que los fans fotografíen las llegadas de famosos en taxis acuáticos ("vaporetti") al Lido. Se han instalado más de 10 estaciones de prueba para el personal y los asistentes al festival, que deben mostrar los resultados de una prueba negativa, vacunación o haberse recuperado recientemente de COVID-19 para ingresar a las funciones. En sitios cerrados se requiere el uso de mascarillas.
En otras palabras, el show debe continuar en Venecia, el festival de cine más antiguo del mundo, incluso mientras Italia se enfrenta a nuevas infecciones impulsadas por la variante delta, que es altamente contagiosa. Entre otros estrenos están el debut de “Dune” de Denis Villeneuve y “Spencer”, una cinta dirigida por el chileno Pablo Larraín y protagonizada por Kristen Stewart como la princesa Diana.