Universidades en EEUU se preparan para nuevas restricciones

Enfrentando un aumento de las infecciones y una nueva variante del coronavirus, universidades en todo Estados Unidos se han visto frustradas de nuevo en sus esfuerzos para regresar a una normalidad y están comenzando a requerir dosis de refuerzo, extender mandatos de mascarillas, limitar reuniones sociales y, en algunos casos, revirtiendo a clases por internet

AP Noticias
Miércoles, 15 de diciembre de 2021 11:15 EST
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CORONAVIRUS-EEUU-UNIVERSIDADES (AP)

Enfrentando un aumento de las infecciones y una nueva variante del coronavirus, universidades en todo Estados Unidos se han visto frustradas de nuevo en sus esfuerzos para regresar a una normalidad y están comenzando a requerir dosis de refuerzo, extender mandatos de mascarillas, limitar reuniones sociales y, en algunos casos, revirtiendo a clases por internet.

La amenaza de la variante ómicron llega como un puñetazo a escuelas que tenían esperanzas de relajar las restricciones esta primavera. Ahora, muchas les están diciendo a los estudiantes que se preparen para otro término con máscaras, pruebas y, si empeoran los casos, límites a la vida social.

Lugo de un otoño con pocos casos nuevos del virus, los funcionarios en la Universidad de Syracuse se sentían optimistas sobre el semestre de primavera, declaró Kent Syverud, rector de la escuela en el norte del estado de Nueva York

“Pero la ómicron ha cambiado eso”, dijo Syverud. “Nos ha hecho reexaminar y decir ’hasta que sepamos más de esta variante con certeza, vamos a tener que reimplementar precauciones”.

La semana pasada, Syracuse anunció que todos los estudiantes y empleados elegibles deben recibir el refuerzo contra el COVID-19 antes del próximo semestre. Los estudiantes además enfrentan una serie de pruebas del virus cuando regresen y las autoridades podrán extender el mandato de uso de mascarillas.

Aún queda mucho por entender de la variante ómicron y la amenaza que representa. En Estados Unidos y muchas otras naciones, la variante delta es actualmente la causa de la mayoría de los casos.

Pero en momentos en que las universidades se preparan para lo peor, muchos consideran las dosis de refuerzo su mejor esperanza. Más de 20 universidades han emitido requerimientos del refuerzo en semanas recientes y otras dicen que lo están considerando. Los Centros para el Control y la Prevención de las enfermedades (CDC) están alentando los refuerzos para las personas de 17 años y mayores y Pfizer dijo la semana pasada que una dosis de refuerzo de su vacuna para el COVID-19 pudiera ofrecer una protección considerable contra ómicron, pese a que las dos dosis iniciales parecen menos efectivas.

Centenares de universidades requieren ya las vacunas y algunas dicen que los refuerzos son el obvio paso siguiente.

La mayoría de los mandatos de refuerzos hasta ahora han sido emitidos por universidades pequeñas en el noreste del país, pero la lista incluye algunas grandes, como la Universidad de Boston, Notredame, en Indiana; y la Universidad de Nuevo México.

La Universidad de Massachusetts en Amherst estuvo entre las primeras en requerir una dosis de refuerzo a los estudiantes, a menos que tengan exenciones médicas o religiosas.

“Los refuerzos son nuestra mejor protección”, afirmó Jeffrey Hescock, codirector del Centro de Promoción de Salud Pública de la universidad.

Una petición reciente en la internet contra el mandato de refuerzos — que argumentó que 97% de los estudiantes estaban vacunados y había pocos casos en los campus — ha atraído unas pocas decenas de firmas. Pero Emily O’Brien, estudiante en la Universidad de Massachusetts, indicó que el refuerzo es una demanda razonable. Ella ya estaba planeando recibir el refuerzo, pero dijo que el mandato probablemente aumentará su adopción por los estudiantes y prevendrá futuros encierros.

"Si los últimos seis meses han mostrado algo, es que mucha gente no se vacuna - especialmente jóvenes saludables — si no se les requiere”, expresó O´Brien, de 18 años.

UMass requerirá además mascarilla al inicio del semestre y enviará a los estudiantes a casa para la pausa invernal con una prueba rápida.

Muchas universidades que se preparan para una potencial interrupción en el semestre próximo lidian ya con brotes en los campus, que han aumentado en las semanas tras el feriado de Acción de Gracias.

La Universidad Cornell suspendió todas las actividades en campus el martes y trasladó los exámenes finales a la internet luego que más de 400 estudiantes dieron positivo en dos días. En un mensaje, la presidenta Martha Pollack dijo que había evidencia de la variante ómicron en un número “significativo” de las muestras.

“Obviamente es muy desalentador tener que dar estos pasos”, escribió Pollack. “Sin embargo, desde el comienzo de la pandemia, hemos estado comprometidos con prestar atención a lo que dice la ciencia y hacer todo lo posible para proteger la salud de nuestra facultad, nuestro personal y los estudiantes”.

Horas después del anuncio de Cornell, la Universidad de Princeton pasó sus exámenes a la internet y llamó a los estudiantes a dejar el campus “en cuanto sea conveniente”, en medio de un aumento de los casos. La escuela anunció además que requerirá dosis de refuerzo para estudiantes, profesores y empleados.

Middlebury College en Vermont cambió a clases en la internet la semana pasada tras un aumento de las infecciones y llamó a los estudiantes a dejar el campus adelantadamente para la pausa invernal. El incremento de casos en La Universidad de Pensilvania llevó la semana pasada a prohibir las reuniones sociales en interiores.

El viernes, la Universidad Tulane en Nueva Orleáns advirtió que un aumento de casos en el campus incluye casos “probables” de la variante ómicron, confirmada en al menos un estudiante la semana pasada. En repuesta, las autoridades universitarias reinstauraron el mandato de mascarillas y expandieron las pruebas del virus.

Otras universidades que ya han extendido los requerimientos de máscaras al año próximo son Wake Forest University, West Virginia University y Penn State.

Algunas ya han aplazado el regreso a los campus el próximo mes para evitar brotes. Southern New Hampshire University y DePaul University en Chicago advirtieron recientemente que los estudiantes recibirán clases en la internet por dos semanas tras los feriados.

En una carta a los estudiantes, el presidente de DePaul, A. Gabriel Esteban, dijo que la escuela “comenzará cautelosamente el trimestre invernal para poder sostener una experiencia universitaria robusta por el resto del año académico”.

Cuando los estudiantes en Stanford University regresen al campus en enero, tendrán prohibido realizar fiestas y otras reuniones numerosas por dos semanas. Además, se someterán a pruebas una vez a la semana y continuarán usando mascarillas en interiores como requerimiento para asistir a clases. Las medidas buscan limitar la transmisión del virus, sin limitar demasiado la experiencia universitaria, expresó Russell Furr, vicedecano para salud y seguridad.

“Es algo que hemos debatido durante toda la pandemia: ¿Cómo logramos un enfoque equilibrado?”, dijo. El objetivo es evitar los encierros estrictos de inicios de la pandemia, cuando la salud mental de los estudiantes “realmente sufrió”, añadió.

En algunas escuelas, aún existe una esperanza cautelosa de lograr un semestre normal. Las autoridades de la Universidad de Florida Central les dijeron a los profesores que pueden requerir asistencia en persona en la primavera, algo que fue desalentado en el otoño en medio del alza de casos de la variante delta.

En un mensaje en campus, el rector interino Michael D. Johnson advirtió que si la variante ómicron se disemina, “tendremos que cambiar de nuevo de dirección”.

Otro temor es el momento en que llega ómicron — incluso sin una variante nueva, había preocupaciones de más brotes a medida en que el frío hiciese a las personas permanecer más en espacios cerrados, expresó Anita Barkin, codirectora de un departamento especial para el COVID-19 en la American College Health Association.

La asociación recomendó recientemente que las universidades se centren en aumentar las tasas de vacunación para evitar una nueva ola de casos.

“El mensaje es que tenemos que permanecer en alerta”, declaró Barkin. “Ciertamente hay un hastío de pandemia y la gente está cansada — pero parece que la pandemia no está cansada de nosotros”.

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