UNICEF: Escuelas de Haití están a merced de las pandillas
Las escuelas de Haití están cada vez más a merced de las pandillas, advierte la UNICEF, lo que convierte a los niños en objetivo de robos o secuestros para exigir rescate
Las escuelas de Haití están cada vez más a merced de las pandillas, advirtió el martes la UNICEF, lo que convierte a los niños en objetivo para robos o secuestros para exigir un rescate.
La agencia de Naciones Unidas para la infancia dijo que al menos siete escuelas de la capital, Puerto Príncipe, se han visto obligadas a pagarles a pandillas no identificadas a cambio de seguridad en los últimos dos meses y que otras instituciones han recibido amenazas.
“Más y más miedo en las escuelas significa cada vez menos aprendizaje”, señaló la UNICEF. “Las pandillas están convirtiendo rápidamente los templos del conocimiento en escenarios de violencia”.
En tanto, las autoridades haitianas informaron hace unos días que los miembros de una pandilla mataron a un profesor universitario que habían secuestrado. Patrice Derenoncourt trabajaba en la Facultad de Economía Social y Política en la Universidad de Notre Dame de Haití, en Puerto Príncipe.
Por otra parte, las autoridades estadounidenses y haitianas siguen tratando garantizar la liberación de 17 misioneros de una organización religiosa de Estados Unidos que fueron secuestrados el 16 de octubre cerca de la capital. Los 16 estadounidenses, un canadiense y su conductor haitiano fueron secuestrados por la pandilla 400 Mawozo, cuyo líder ha amenazado con matarlos si no se cumplen sus demandas. Hay cinco niños en el grupo, incluido un bebé de ocho meses.
“Mientras esperamos que Dios dé solución a esta circunstancia tan difícil, creemos que Dios ha escuchado y está escuchando nuestras oraciones”, señaló la organización Christian Aid Ministries, con sede en Ohio en un comunicado emitido el martes.
Haití atraviesa problemas con un resurgimiento en los secuestros relacionados con pandillas, los cuales habían disminuido después del asesinato del presidente Jovenel Moïse perpetrado el 7 de julio y de un sismo de magnitud 7,2 que sacudió al suroeste de Haití a mediados de agosto, provocando la muerte de más de 2.200 personas.