Un nuevo ataque aéreo golpea la capital de Tigray, Etiopía
Un nuevo ataque golpea la capital de la región etíope de Tigray, mientras Naciones Unidas anuncia que reducirá su presencia en la región, donde un bloqueo del gobierno paraliza los esfuerzos humanitarios y la gente muere por falta de comida
Un nuevo ataque golpeó la capital de la región etíope de Tigray, según dijeron los vecinos el miércoles. Por su parte, Naciones Unidas dijo que reduciría en más de la mitad su presencia en la región, donde un bloqueo del gobierno paralizaba los esfuerzos humanitarios mientras la gente moría por falta de comida.
La guerra en el segundo país más poblado de África lleva en marcha casi un año, en un conflicto de las fuerzas etíopes y sus aliados contra fuerzas de Tigray, que durante años controlaron el gobierno del país hasta chocar con el primer ministro, Abiy Ahmed, ganador del Nobel de la Paz en 2019.
En un primer momento no había reportes de muertos o daños por el nuevo ataque aéreo en Mekele, según Kindeya Gebrehiwot, de la oficina de asuntos exteriores de Tigray. Un residente y un trabajador humanitario confirmaron el bombardeo, ocurrido dos días después de la fuerza aérea etíope confirmara ataques aéreos en Mekele, que según un testigo mataron a tres niños. La Fuerza aérea dijo que se habían atacado equipamiento y torres de comunicaciones.
Voceros del Ejército y el gobierno etíope no respondieron en un primer momento a preguntas sobre el nuevo ataque.
Mekele no había sufrido combates desde junio, cuando las fuerzas de Tigray recuperaron buena parte de la región en un dramático giro de la guerra.
Los bombardeos han causado terror en una ciudad bajo asedio, donde médicos y otros han dicho que se están quedando sin medicinas y otros productos básicos.
Pese a las peticiones la ONU y otros de que permita los servicios básicos y la ayuda humanitaria para los 6 millones de personas de Tigray, el gobierno etíope describió esta semana esas expectativas como “absurdas". Mientras tanto, las fuerzas de Tigray combaten ahora en las regiones vecinas de Amhara y Afar. Cientos de miles de personas se han visto desplazadas allí, lo que agrava la crisis letal.
“Aunque no se han producido todos los movimientos, probablemente habrá una reducción de casi 530 a unos 220 empleados de Naciones Unidas sobre el terreno en Tigray”, dijo a The Associated Press el vocero humanitario de Naciones Unidas Saviano Abreu La decisión “tiene relación directa con las limitaciones operativas que hemos encontrado en los últimos meses” y con motivos de seguridad, señaló.
La escasez de combustible y efectivo provocada por el bloqueo del gobierno sobre Tigray “ha hecho extremadamente difícil para los cooperantes mantener actividades que salvan vidas” cuando son más necesarias, añadió Abreu.
Unos 1.200 trabajadores humanitarios, incluida la delegación reducida de la ONU, seguirán en Tigray, confirmó.
AP ha confirmado en las últimas semanas que se han producido muertes de hambre bajo el bloqueo del gobierno.