UEFA fija medidas de reintegración tras fracaso de Superliga
Nueve de los 12 clubes de la Superliga europea han renunciado formalmente a la escisión y se han comprometido a las competencias continentales actuales, pero deberán ceder el 5% de sus ingresos de la UEFA por una temporada como castigo por la rebelión que separó brevemente al fútbol
Nueve de los 12 clubes de la Superliga europea han renunciado formalmente a la escisión y se han comprometido a las competencias continentales actuales, pero deberán ceder el 5% de sus ingresos de la UEFA por una temporada como castigo por la rebelión que separó brevemente al fútbol.
Sin embargo, Barcelona, Real Madrid y Juventus se han negado a aprobar lo que la UEFA llamó el viernes “medidas de reintegración” y serán remitidos a los órganos disciplinarios de la UEFA para que enfrentan sanciones después de respaldar la nueva competencia en gran medida cerrada, lo que significa que podrían quedar vetados de la Liga de Campeones.
El proyecto de la Superliga se vino abajo hace tres semanas después de que los equipos ingleses —Arsenal, Chelsea, Liverpool Manchester United, Manchester City y Tottenham— se desvincularan 48 horas después de una respuesta negativa de parte de los aficionados y del gobierno británico.
Los clubes de la Liga Premier, junto con el Atlético de Madrid, el Milan y el Inter han firmado de manera oficial un acuerdo con la UEFA para participar exclusivamente en los torneos europeos ya existentes.
Los nueve clubes harán un pago en conjunto de 15 millones de euros (18 millones de dólares) por lo que la UEFA catalogó como un “gesto de buena voluntad” en beneficio del fútbol infantil, juvenil y de fuerzas básicas. También aceptaron que la UEFA retenga el 5% de sus ingresos para la próxima temporada que jueguen en sus competencias de clubes.
Los equipos además se vieron obligados a acordar que enfrentarán una multa de 100 millones de euros si buscan nuevamente participar en un torneo no autorizado o 50 millones de euros si violan otros compromisos de la UEFA como parte del pacto.
Los 12 clubes fueron apodados la “docena sucia” por Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, en un periodo acalorado en que él luchó para evitar que los equipos conformaran una Superliga de 15 clubes que tendrían asegurada su participación año tras año, en lugar del proceso de clasificarse —como se hace actualmente para la Liga de Campeones de la UEFA— por medio de sus torneos domésticos.