Ucrania y OTAN realizan maniobras militares

Ucrania está realizando maniobras militares conjuntas con la OTAN en el Mar Negro, poco después de un enfrentamiento entre fuerzas rusas y un destructor británico frente a las costas de Crimea.

Decenas de barcos participan en los ejercicios, que durarán dos semanas.

Las maniobras “Sea Breeze 2021” involucran a 30 buques de guerra y 40 aeronaves, de países miembros de la OTAN y de Ucrania.

El capitán del USS Ross, un buque estadounidense, informó que el objetivo es poner a prueba cómo interactúan el personal y los equipos de las distintas naciones participantes.

“Queremos demostrarle a todos, a toda la comunidad internacional, que ninguna nación se puede adjudicar para sí la totalidad del Mar Negro o de ningún otro cuerpo de agua”, delcaró el capitán John D. John.

“Esas vías marítimas pertenecen a la comunidad internacional, y estamos comprometidos con garantizar que todas las naciones tengan acceso a las vías marítimas”, añadió.

El Ministerio de Defensa de Rusia indicó que estaba monitoreando las maniobras. Los militares rusos protagonizaron sus propias maniobras en el Mar Negro y en el sudoeste de Rusia, en que aviones practicaron bombardeos y se pusieron a prueba sistemas de defensa aérea.

El mes pasado, Rusia indicó que uno de sus buques de guerra en el Mar Negro realizó disparos de advertencia y un avión arrojó bombas en la trayectoria del HMS Defender, un buque de guerra británico. Rusia dijo que estaba tratando de obligarle a alejarse de una zona cerca de Crimea que Rusia considera aguas territoriales suyas.

Rusia denunció la presencia del Defender como una provocación y advirtió que la próxima vez podría disparar directamente a la nave.

Gran Bretaña que al igual que muchas otras naciones no reconoce la anexión de Crimea hecha por Rusia en el 2014, insiste en que nadie le disparó al Defender y que éste estaba navegando en aguas ucranianas cuando Rusia despachó aviones y se escucharon disparos.

El incidente agravó las tensiones entre Rusia y la OTAN. Ya las relaciones entre Rusia y Occidente están por el piso debido a la anexión de Crimea, el respaldo ruso a la insurgencia separatista en el este de Ucrania, las denuncias de hackings por parte de agentes rusos y otros temas polémicos.