Turquía rechaza acusaciones griegas de maltrato de migrantes
Funcionarios turcos rechazan los señalamientos griegos de que Turquía obligó a 92 migrantes desnudos a ingresar a Grecia, calificándolos de “noticias falsas” y acusando a Atenas del maltrato
Funcionarios turcos rechazaron el domingo los señalamientos griegos de que Turquía obligó a 92 migrantes desnudos a ingresar a Grecia, calificándolos de “noticias falsas” y acusando a Atenas del maltrato.
El ministro de Migración de Grecia, Notis Mitarachi, “compartía información falsa” cuando el sábado tuiteó una fotografía de los migrantes desnudos y culpó a Turquía, dijo Fahrettin Altun, director de comunicaciones de la presidencia turca.
Altun tuiteó en turco, griego e inglés que eso fue para “crear sospechas sobre nuestro país”, y solicitó a Atenas dejar de lado su “duro trato a los refugiados”.
"Grecia le ha demostrado una vez más al mundo entero que no respeta la dignidad de los refugiados al publicar estas fotografías de personas oprimidas que ha deportado después de despojarles de sus posesiones personales", declaró.
El viceministro del Interior, Ismail Catakli, tuiteó que la fotografía mostraba la crueldad de Grecia. “¡Ocupen su tiempo en obedecer los derechos humanos, no para manipulaciones y deshonestidad!”, declaró.
La policía griega señaló el sábado que los agentes encontraron a los migrantes desnudos el viernes, “algunos de ellos con lesiones", los cuales habían entrado al país valiéndose de lanchas de plástico para cruzar el río Maritsa (Evros en griego), que forma parte de la frontera entre ambas naciones.
Las relaciones entre las dos naciones vecinas han sido tensas por diversas cuestiones, incluyendo la migración.
Turquía suele acusar a Grecia de usar la violencia para rechazar a los migrantes que ingresan al país por tierra o mar. La guardia costera turca comparte frecuentemente videos de este tipo de incidentes.
Grecia acusa a Turquía, que recibe a la mayor cantidad de refugiados a nivel mundial, de “impulsar” a migrantes para presionar a la UE.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados señaló que está “sumamente preocupada por los impactantes reportes”, condenó el “trato degradante” y pidió una investigación.