Sospechoso de asesinar presidente haitiano preso en Turquía
Las autoridades turcas decretan la prisión preventiva por 40 días de un hombre considerado sospechoso del asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise y lo encarcelan en Estambul
Las autoridades turcas decretaron la prisión preventiva por 40 días de un hombre considerado sospechoso del asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise y lo encarcelaron en Estambul informó la agencia noticiosa estatal turca el martes.
El empresario Samir Handal fue detenido en el aeropuerto de Estambul el lunes por la mañana cuando arribó de Estados Unidos en tránsito hacia Jordania informó la agencia Anadolu. Las autoridades haitianas anunciaron su arresto horas después.
El canciller haitiano Claude Joseph indicó en su cuenta de Twitter que habló con su contraparte turco sobre el arresto, pero no entró en detalles ni aclaró si Haití pedirá la extradición.
La agencia Anadolu dijo que un aviso de Interpol solicitaba el arresto de Handal, lo que sucedió a su arribo a Estambul. Funcionarios judiciales lo interrogaron y decretaron la prisión preventiva por 40 días solicitada por el ministerio de Justicia turco.
Se encuentra en la prisión de Meltepe en Estambul, informó la agencia.
Se ha mencionado a Handal como sospechoso en el complot para asesinar al mandatario, aunque el gobierno no ha dado a conocer ningún detalle de su supuesta participación.
Hasta el momento han arrestado a más de 40 sospechosos por el asesinato del presidente, incluyendo 18 exsoldados colombianos y varios agentes de la policía haitiana. Las autoridades colombianas han dicho que la mayoría de sus exsoldados desconocían el verdadero objetivo de la operación para la cual fueron contratados.
Otro colombiano fue arrestado en octubre en Jamaica.
Moïse fue asesinado a disparos en su residencia particular durante la madrugada del 7 de julio, un ataque en el que la primera dama, Martine Moïse, resultó herida.
El magnicidio agudizó la inestabilidad política en el país, que desde entonces también intenta recuperarse de un terremoto de magnitud 7,2 que cobró la vida de más de 2.200 personas en el suroeste de Haití a mediados de agosto, así como de un incremento en la violencia relacionada con las pandillas y una severa escasez de combustible.