Se suma dueño árabe a club israelí con historial racista
Aficionados de un club de fútbol israelí por mucho tiempo vinculado con racismo antiárabe se reúnen para dar su apoyo a la compra de un empresario emiratí de parte de la organización, una bienvenida que representa una señal de cambio pese a que una cantidad menor de seguidores del equipo se ha manifestado en contra de la operación
Aficionados de un club de fútbol israelí por mucho tiempo vinculado con racismo antiárabe se reunieron el viernes para dar su apoyo a la compra de un empresario emiratí de parte de la organización, una bienvenida que representa una señal de cambio pese a que una cantidad menor de seguidores del equipo se ha manifestado en contra de la operación.
El Beitar de Jerusalén es el único club importante del fútbol de Israel que nunca ha contado con un jugador árabe, y su base de aficionados tiene antecedentes de cánticos racistas durante los partidos. Los árabes representan cerca del 20% de la población israelí y futbolistas árabes brillan en equipos rivales y la selección nacional.
Más de 100 aficionados se congregaron en apoyo al nuevo dueño del equipo, al tiempo que algunas docenas de acérrimos hinchas de un grupo conocido como La Familia protestaron por la compra. La policía israelí informó que cuatro personas fueron arrestadas por “confrontaciones”, pero no ofreció detalles.
El jeque Hamad bin Jalifa Al Nahyan, un integrante de la familia real de Abu Dabi compró recientemente el 50% de las acciones del equipo y prometió invertir 90 millones de dólares al club en un periodo de 10 años. Los Emiratos Árabes Unidos, de los que forman parte Abu Dabi y Dubái, normalizaron sus lazos con Israel este año.
El jeque y su socio israelí, Moshe Hogeg, han prometido transformar al equipo en un modelo de coexistencia y han dicho que están abiertos a sumar a jugadores árabes a su plantel.
Netanel Avraham, uno de los aficionados que se reunió a la muestra de apoyo, se dijo feliz por la llegada del nuevo propietario.
“Esperamos que lleve al equipo a otro nivel”, señaló. “Quiero que se sepa que el Beitar de Jerusalén no es un equipo racista. quiero que se elimine ese estigma”.
El Beitar, vagamente relacionado con el partido Likud del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, es una de las franquicias de mayor historia del país, conquistando 13 títulos y contando con presidentes y primeros ministros de Israel entre sus aficionados. Pero también ha atraído atención negativa por no contar con jugadores árabes.
Directivos del club han sostenido desde hace tiempo que sus manos se encuentran atadas por una base extremista de hinchas que ejerce su influencia sobre las decisiones de contratación. El grupo de aficionados conocido como La Familia es famoso por imitar sonidos de monos cada vez que un jugador africano de un equipo rival toca el balón y suele corear “muerte a los árabes” cuando hay jugadores árabes en la cancha.
Hogeg y Al Nahyan han dicho que tal comportamiento no será tolerado.
Hogeg, un empresario israelí del sector tecnológico, dijo que él de antemano ha tomado medidas contra el racismo desde que adquirió al Beitar hace dos años. El equipo subraya que cuenta con elementos árabes en sus equipos juveniles y de mujeres.
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Los periodistas de The Associated Press Isaac Scharf y Joseph Krauss en Jerusalén contribuyeron a este despacho.