Restricciones para los checos y eslovacos no vacunados
República Checa y Eslovaquia aprueban nuevas restricciones por la pandemia del coronavirus que entrarán en vigor la próxima semana y específicamente van dirigidas a personas no vacunadas, en medio de un rebrote récord de contagios en ambos países vecinos
Los gobiernos de la República Checa y Eslovaquia aprobaron el jueves nuevas restricciones por la pandemia del coronavirus que entrarán en vigor la próxima semana y que van dirigidas específicamente a personas no vacunadas, en medio de un rebrote récord de contagios en ambos países vecinos.
El ministro de Salud checo, Adam Vojtech, dijo que la mayoría de la población no vacunada contra el COVID-19 ya no podrá presentar una prueba negativa de coronavirus para poder asistir a eventos públicos, entrar a bares y restaurantes, visitar salones de belleza, museos e instalaciones similares, ni hospedarse en hoteles.
Solamente las personas que se hayan vacunado o se hayan recuperado de COVID-19 seguirán siendo elegibles, aunque también quedarán exentos los adolescentes de 12 a 18 años, las personas cuyas condiciones médicas no les permitan vacunarse y quienes estén inoculados parcialmente.
Vojtech informó que la meta de las medidas que entrarán en vigor el lunes es motivar a la gente a vacunarse. Las medidas se mantendrán hasta finales de febrero.
El primer ministro checo, Andrej Babis, dijo que su gobierno se inspiró en medidas similares impuestas por el estado alemán de Bavaria. “La situación es grave y de nuevo instamos a toda la población a vacunarse”, subrayó Babis.
Una prueba negativa será suficiente para las personas que visiten hospitales y asilos de ancianos.
Además, el gobierno impondrá una medida de pruebas de coronavirus obligatorias semanales para empleados no vacunados que trabajen en cualquier tipo de compañía. La prueba también será obligatoria para las personas mayores de 60 años y que hayan sido vacunadas.
Al mismo tiempo, las pruebas en escuelas primarias y secundarias que se supone terminarían el 29 de noviembre seguirán aplicándose.
El anuncio se da luego que el conteo diario de contagios en la República Checa se disparó a 22.511 el martes, rebasando el récord anterior establecido el 7 de enero por casi 5.000 y cerca de 8.000 más de los registrados hace apenas una semana.