Reseña: “The Metallica Blacklist” es como un bufé libre
Imagina un bufé gigante de todo lo que puedas comer
Imagina un bufé gigante de todo lo que puedas comer con filas y filas de platillos humeantes. Pero tiene una característica especial: sólo hay 12 platillos en el menú, preparados por 53 chefs diferentes, como si hubiera siete charolas de albóndigas cocinadas cada una por un chef distinto.
Así es más o menos “The Metallica Blacklist”, una orgía de 53 versiones de las canciones del disco homónimo de Metallica conocido como “The Black Album”, para celebrar su 30 aniversario. Ya que hay tantos colaboradores, hay muchas repeticiones: unos 12 artistas diferentes interpretan “Nothing Else Matters”. Una de las que más llaman la atención es la de Miley Cyrus con instrumentación de Elton John y Yo-Yo Ma.
Las versiones de “Enter Sandman” tienen tanto piano como guitarra, mientras que Weezer hace una versión casi nota por nota de la original.
Jason Isbell and the 400 Unit interpretan “Sad But True” y la convierten en una versión country que podría ser la canción de fondo para cientos de escenas de persecución en camionetas pickup.
Tampoco podían faltar artistas latinoamericanos, pues Metallica goza de una enorme fanaticada en la región. Juanes Mon Laferte y J Balvin se sumaron a la misión, al igual que Ha(asterisk)Ash, el Instituto Mexicano del Sonido, La Perla, Gera MX y el dúo Rodrigo y Gabriela.
Hay punk, pop, música clásica, jazz, rap, electrónica, una banda de metal, música folclórica de Mongolia (sí, eso es algo especial) y mucho más. Y también hay un detalle que es “sad but true” (triste pero real): si eres suficientemente mayor como para haber comprado el álbum y disfrutado de él cuando salió, probablemente no tienes ni idea de quiénes son más de la mitad de estos artistas.
Al final, esta colección se parece mucho a un bufé musical: tiene verdaderas gemas, comida clásica y reconfortante, algunos elementos inesperadamente sabrosos, y otras cosas que escupirás en tu servilleta.