Reporte: Policía de Uvalde esperó sabiendo que había heridos
La policía aguardó a que llegara equipo de protección mientras aplazaba su ingreso a la escuela primaria de Texas donde un hombre armado asesinó a 19 niños y dos maestras, incluso luego de que los agentes se percataron que algunas de las víctimas necesitaban atención médica, según registros obtenidos por The New York Times
La policía aguardó a que llegara equipo de protección mientras aplazaba su ingreso a la escuela primaria de Texas donde un hombre armado asesinó a 19 niños y dos maestras, incluso luego de que los agentes se percataron que algunas de las víctimas necesitaban atención médica, según registros obtenidos por The New York Times.
Los detalles publicados por el diario el jueves ofrecen un panorama más claro de la lenta respuesta policial mientras se perpetraba la masacre dentro de la Escuela Primaria Robb, en Uvalde, Texas. La policía esperó más de una hora para confrontar al agresor, incluso mientras los angustiados padres de familia afuera del plantel le imploraban a los policías que ingresaran al lugar.
Pete Arredondo, jefe de la policía del distrito escolar de Uvalde, encabezó la respuesta en el lugar del tiroteo del 24 de mayo. En imágenes de una cámara corporal es posible escuchar a un hombre que los investigadores creen se trata de Arredondo hablando del tiempo que estaban perdiendo.
“La gente va a preguntar por qué estamos tardando tanto”, dijo el hombre, según una transcripción de las imágenes de las cámaras corporales de los agentes a la que el periódico tuvo acceso. “Estamos tratando de preservar el resto de las vidas”.
Para el momento en que cuatro de los agentes ingresaron, ya había más de 60 elementos en el lugar, según el reporte. Las dos aulas en las que se registraron los tiroteos tenían 33 niños y tres docentes.
No todas las víctimas fueron encontradas sin vida cuando los agentes finalmente ingresaron: Una maestra murió en una ambulancia y tres niños fallecieron en hospitales cercanos, según los registros que obtuvo el Times, los cuales incluían una revisión de documentos policiales y videos recolectados dentro de la investigación.
La familia de Xavier Lopez, de 10 años, dijo que el niño recibió un disparo en la espalda y perdió mucha sangre en lo que esperaba a recibir atención médica.
“Pudo haberse salvado”, dijo Leonard Sandoval, abuelo del niño, en declaraciones al periódico. “La policía tardó más de una hora en entrar. Se desangró”.