Qué fue lo que pasó al final de los Oscar y otras dudas
La 93a entrega anual de los Premios de la Academia estaba predestinada a ser algo surrealista este año
La 93a entrega anual de los Premios de la Academia estaba predestinada a ser algo surrealista este año.
La pandemia cambió muchos de los ritmos usuales y tradiciones de la noche de los Oscar el domingo. Hubo una alfombra roja llena de glamur, pero no mirones ni equipos de publicistas. Había ganadores en persona y sin cubrebocas pero no en el orden usual, y los discursos no fueron cortados con música de fondo.
Aunado a estas diferencias, la teletransmisión de este año fue dirigida por los productores Steven Soderbergh, Jesse Collins y Stacy Sher, quienes querían una nueva imagen y sensación para una ceremonia que suele ser pesada y persistentemente inmutable.
¿Pero qué pasó con ese final? ¿Qué tan preparado estaba el baile de Glenn Close? Y ¿dónde, dónde quedó la música para cortar los discursos? Aquí mi mejor intento por responder algunas de las dudas de la noche.
EL FINAL ¿POR QUÉ?
Los Oscar han tenido finales más dramáticos y caóticos (recuerdan el “sobregate” de hace cuatro años) pero este quizá fijó un nuevo estándar para los finales anticlimáticos. Se podría jurar que alguien tocó un trombón triste mientras pasaba.
Antes del domingo los productores de la ceremonia dijeron que querían tomar “grandes riesgos” con la ceremonia televisada. Uno de ellos resultó ser cambiar el orden normal de los premios. El premio a mejor director, uno de los finales, fue entregado a mitad de ceremonia. El premio a mejor película fue el tercero antes del final y los dos premios finales de la noche fueron mejor actriz y mejor actor. Algunos pensaron que quizá el premio a mejor actor sería para Chadwick Boseman (quien ganó prácticamente cada trofeo de mejor actor rumbo a los Oscar) y por lo tanto habría un final significativo como homenaje.
Pero también había indicios de un desaire. Dos semanas antes Anthony Hopkins ganó en los BAFTA, en otra premiación en la que también estuvo ausente, aunque la ceremonia logró seguirlo hasta su natal Gales para que hablara con la prensa de los BAFTA. Los Oscar habían presionado a los nominados para asistir de ser posible, o conectarse desde una locación remota. Pero Hopkins de 83 años, quien se convirtió en el actor más viejo en ganar un Oscar y con este suma su segunda estatuilla, prefirió no viajar a Los Angeles ni al centro remoto de Londres. Los actores legendarios nombrados caballeros por la reina Isabel II, a quienes les encanta el campo galés, pueden hacer eso. Hasta la mañana siguiente sir Anthony, con una vista bucólica detrás de él, publicó un video en Instagram agradeciendo el premio y dedicó algunas palabras al fallecido Boseman. “A los 83 años de edad no esperaba recibir este premio, realmente no”, dijo.
Los Oscar póstumos son difíciles de obtener. Hay una razón por la que sólo ha ocurrido dos veces antes en premios para actores (Peter Finch y Heath Ledger). Para algunos miembros de la academia parece un voto desperdiciado pues el premiado no está ahí para recibirlo. Y en una de las temporadas de Oscar más larga de la historia, luego de que la ceremonia se pospusiera dos meses, se podría haber perdido algo de impulso para Boseman, quien falleció en agosto, algunos quizá sintieron que ya había sido reconocido con los premios anteriores como los Globos de Oro y el premio del Sindicato de Actores de la Pantalla. Quizá los Independent Spirit Awards del jueves fueron un presagio cuando Riz Ahmed de “Sound of Metal” (“El sonido del metal”) fue elegido en vez de Boseman.
Los Oscar no siempre han terminado con el premio a mejor película, pero habían pasado más de 40 años desde que otra categoría fue la última en entregarse. Incluso los ganadores de mejor película, que suelen concluir la ceremonia alzando sus trofeos, no lo esperaban.
“Definitivamente fue una sorpresa”, dijo el productor de “Nomadland”, Dan Janvey tras bambalinas a reporteros. “Creo que muchos de nosotros crecimos viendo los Oscar y nos acostumbramos a que esa fuera la última (categoría)”.
Pero el domingo el cambio de categorías culminó con un ganador ausente y un extraño final con el escenario vacío, una terminación adecuada para un año bastante extraño en el cine.
¿DÓNDE QUEDÓ LA MÚSICA PARA CORTAR DISCURSOS?
No recurrir al sarcasmo era parte del mandato de los Oscar de este año, dijo Sher. De principio a fin la ceremonia fue una celebración sincera al cine y a los nominados de la noche. Las presentaciones fueron largas y detalladas. Y cuando los ganadores sostenían sus Oscar se les dio libertad para hablar. En ningún momento el director musical Questlove encendió la música. Esto fue en parte porque la ceremonia tenía más tiempo. Las actuaciones de los nominados a mejor canción fueron pregrabadas y transmitidas durante la alfombra roja por lo que la ceremonia no era una carrera de velocidad. Esto quedó bien con el tono general de la ceremonia: Celebrar seriamente el arte y la maestría en el cine. El talento frente a la cámara, dijo Soderbergh antes del show, es sólo una fracción de lo que hay en un plató.
¿FRANCES MCDORMAND AULLÓ?
“Dedicamos esto a nuestro lobo”, dijo McDormand al recibir el premio a mejor película por “Nomadland”. McDormand, estrella de la cinta y productora junto con Chloé Zhao, dejó salir un aullido que podría haber sido una referencia a su solitario personaje nómada en esta historia melancólica sobre las necesidades básicas en la vida. Pero en realidad el aullido de McDormand fue para honrar a Michael Wolf Snyder, el mezclador de sonido de la producción, quien falleció en marzo a los 35 años y cuyo apellido es igual que la palabra en inglés para lobo (wolf). “Ese aullido a la luna es para Wolf”, explicó Zhao en la sala de prensa. Previamente McDormand había dicho de Snyder en un comunicado a Variety: “Wolf grabó nuestros latidos. Nuestra misma respiración. Para mí él es ‘Nomadland’”.
¿POR QUÉ SE VEÍA DIFERENTE LA CEREMONIA?
Soderbergh concibió la ceremonia como una película, completa con créditos al principio (los presentadores eran el elenco), una toma para establecer la escena con Regina King y todos los aspectos técnicos del cine. Esto incluía un formato adaptado de pantalla ancha y 24 cuadros por segundo en vez de los 30 o 60 cuadros de típicos de la televisión. Sin importar cómo fue la dinámica, son los Oscar que mejor se han visto en años.
¿EL BAILE DE CLOSE ESTUVO ENSAYADO?
Claro que sí. Close hizo su mejor esfuerzo para aparentar que su conocimiento de “Da Butt” de Experience Unlimited, incluida en “School Daze” (“Aulas turbulentas”) de Spike Lee, era completamente espontáneo, pero Lil Rel Howery reconoció tras la ceremonia que su sección de trivia musical había sido revisada previamente. A pesar de esto hay que reconocer a la actriz 74 años por estar dispuesta a bailar poco después de perder un Oscar por octava ocasión, un récord entre actores vivos.
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Jake Coyle está en Twitter como: http://twitter.com/jakecoyleAP