Pueblo hispano en Arizona creció; censo dice que se contrajo
Un censo preciso en EEUU es crucial para la distribución de centenares de miles de millones de dólares en ayuda federal y determina cuántos escaños en la Cámara de Representantes tiene cada estado, pero un examen hecho por The Associated Press concluye que en muchos lugares, la proporción de las poblaciones hispana y negra en el último censo cayó por debajo de los cálculos recientes y un sondeo anual del Buró del Censo, lo que indica que algunas áreas fueron pasadas por alto
Es jueves por la tarde en Somerton, Arizona. Padres y estudiantes en el atestado gimnasio de una escuela secundaria apoyan ruidosamente al equipo de lucha libre, a decibeles que ponen a prueba los oídos.
Los jóvenes luchadores son estudiantes de séptimo y octavo grados que estarán entre los primeros en asistir a la primera pública de nivel preuniversitario
del pueblo, que fue aprobada apenas hace unas semanas luego de años de cabildeo por los funcionarios locales.
La comunidad, abrumadoramente hispana, ha crecido tanto en la última década que está construyendo también una nueva escuela primaria, pero la Oficina del Censo del Departamento de Comercio de Estados Unidos dice que Somerton perdió 90 residentes en ese período, lo que deja la población en 14.197, no los 20.000 que el alcalde esperaba.
“Estamos tratando de entender de dónde salen esos números, porque no tienen ningún sentido”, dijo el administrador municipal Jerry Cabrera, que mencionó 853 nuevas casas en la última década como evidencia de crecimiento.
Un censo preciso es crucial para la distribución de centenares de miles de millones de dólares en ayuda federal y determina cuántos escaños en la Cámara de Representantes tiene cada estado, pero un examen hecho por The Associated Press concluyó que, en muchos lugares, la proporción de las poblaciones hispana y negra en el último censo cayó por debajo de los cálculos recientes y un sondeo anual de la Oficina del Censo, lo que indica que algunas áreas fueron pasadas por alto.
Para la proporción de la población negra, la tendencia fue más notable en los estados del sureste y el Atlántico medio, incluso Alabama, el Distrito de Columbia, Georgia, Luisiana Maryland, Mississippi, Carolina del Norte Carolina del Sur, Tennessee y Virginia. Para la población hispana, fue más evidente en Nuevo México y Arizona.
En Somerton, unos 320 kilómetros (200 millas) al suroeste de Phoenix y cerca de la frontera con México los líderes de la comunidad expresaron incredulidad.
“Eso no es cierto. No son números reales. No conocen nuestra comunidad. No hicieron lo que necesitaba hacerse para contar a nuestra gente y eso es ridículo. No puede ser”, dijo Emma Torres, directora ejecutiva de Campesinos Sin Fronteras, una organización que defiende los derechos de los trabajadores agrícolas. El grupo participó en la promoción del censo.
La mayoría de los residentes de Somerton usan apartados postales. Muchos son jornaleros que sólo hablan español y también carecen de internet.
Los líderes de la comunidad dicen que están acostumbrados a los recuentos por debajo de lo normal, pero que la noción de que hayan perdido residentes es inimaginable.
Aquí, donde un festival anual de tamales para recaudar dinero para estudiantes preuniversitarios atrae a miles de visitantes, las escuelas locales están atestadas porque la matrícula creció casi 12% de 2010 a 2019. Y luego de años teniendo que transportar estudiantes en autobuses hasta al menos 16 kilómetros al norte en Yuma, Somerton finalmente superó el nivel crítico para tener su propia escuela preuniversitaria.
Aunque no es nuevo que ocurran subconteos y ningún censo es perfecto, existe “fuerte evidencia” de que los del censo de 2020 son peores que en décadas previas, dijo Paul Ong, profesor de políticas públicas en la UCLA, cuyo análisis del condado de Los Ángeles este mes concluyó que los hispanos, asiáticos y otros residentes fueron subcontados.
“La implicación a nivel más amplio es que eso va a distorsionar el proceso de trazo de distritos, nuestros barrios subcontados tendrán menos representación y las poblaciones afectadas se verán perjudicadas a la hora de distribuir fondos federales”, dijo Ong.
El análisis de la AP viene con salvedades.
La Oficina del Censo dice que sus cifras deben ser consideradas más acertadas que el sondeo American Community de la propia agencia o que los estimados de población. Además, el American Community Survey tiene márgenes de error y los cálculos de población son editados en una manera que mueve a algunas personas que se identificaron como “otra raza” en 2010 a categorías más tradicionales, como blanco, negro y asiático.
Funcionarios de la oficina dicen que es demasiado pronto para conjeturar sobre si comunidades específicas fueron subcontadas. La magnitud plena de si la agencia de estadísticas pasó por alto ciertas comunidades o contó excesivamente otras no se conocerá hasta inicios de 2022, cuando se publiquen los resultados del sondeo que usó para medir lo bien que hizo el recuento de todos los residentes del país.
Históricamente, las comunidades hispanas y negras son subcontadas y había grandes temores de que sucediera de nuevo en 2020 debido a la pandemia de coronavirus, que hizo a la gente temerosa de interactuar con extraños, y desastres naturales, que dificultaron que los entrevistadores del censo llegaran a algunas viviendas. Además, hubo intentos de interferencia política del gobierno de Donald Trump, incluso un fallido intento de añadir una pregunta sobre ciudadanía en el cuestionario.
Sin embargo, las cifras del análisis de la AP indican que algunas comunidades fueron ignoradas.
Por ejemplo, en las afueras de Baton Rouge, en el condado de West Feliciana, Luisiana, las cifras del censo de 2020 muestran que la proporción de la población negra es de 23,4%, pero los cálculos de población y el American Community Survey de 2012 la colocan en 44%. El área es el sitio de la Penitenciaría Estatal de Luisiana, que tiene 5.500 reclusos, y las residencias colectivas, como prisiones, dormitorios y hogares de ancianos estuvieron entre los sitios más difíciles para contar personas durante el censo, debido a las restricciones por el coronavirus.
En los condados junto al límite estatal de Colorado y Nuevo México, la proporción de hispanos en el censo fue más baja que las de los cálculos y el sondeo, con diferencias de entre 4 y 7 puntos porcentuales.
La Oficina del Censo dijo en una declaración que los gobiernos tribales, estatales y locales pueden solicitar una revisión de los números si creen que las cifras del censo son inexactas, pero eso no cambiará los números usados para trazar distritos o adjudicar escaños para el Congreso.
“Pese a enfrentar una pandemia, desastres naturales y otros obstáculos imprevistos, los resultados del censo de 2020 se ajustan hasta ahora a los referentes generales”, dijo la declaración.
En Somerton, Cabrera dice que la municipalidad está compilando cifras para mostrar que el conteo de 2020 fue inexacto y planea apelar.
El alcalde Gerardo Anaya teme que eso redunde negativamente en la asignación de ingresos estatales que le corresponden al pueblo. Dice que los ingresos por impuestos a las ventas, las matrículas escolares y los permisos de construcción han subido en los últimos años. Los promotores inmobiliarios siguen construyendo.
Al igual que con muchas otras comunidades hispanas, la pandemia tuvo un efecto enorme en Somerton. Los hispanos tuvieron una tasa de casi el doble de infecciones y más del doble de muertes por COVID-19 que las de los blancos, de acuerdo con datos de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC).
En Somerton, pocas personas tienen empleos que puedan realizarse desde casa. Anaya dice que hubo un momento en el verano pasado en el que el área postal de Somerton tenía la mayor tasa de infecciones en el país.
“Esta vez fue un caos aquí en el verano. Todos teníamos familiares en el hospital o muriendo o infectados con COVID. Fue alarmante”, dijo Anaya.
En la escuela secundaria de Somerton, el director, José Moreno, se jactó sobre la unidad de su pueblo, donde la lucha libre es fuente de orgullo. Moreno caminó por el gimnasio y vitoreó cuando los jóvenes luchadores de los Cobras se enfrentaron con los Scorpions de San Luis.
Moreno dijo que haber satisfecho finalmente el requerimiento para una escuela preuniversitaria significa que los educadores locales siguen trabajando con los niños a los que han educado desde kindergarten hasta el octavo grado.
“Yo acepto el reto, realmente lo hago, de tratar de continuar las tradiciones que tenemos aquí en la escuela, en la ciudad, en las cosas que valoramos. Y uno tiene ese sentimiento de pueblo pequeño aquí y sabes que queremos que continúe”, dijo Moreno.
En cuanto al duelo de lucha libre, los Cobras les dieron una paliza a los Scorpions, 90-6.
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Schneider reportó desde Orlando, Florida. Está en Twitter en: https://twitter.com/MikeSchneiderAP
Galván cubre temas que impactan a los hispanos en Estados Unidos para el equipo de Raza y Etnia de la AP. Está en Twitter en: https://www.twitter.com/astridgalvan