Procurador DDHH, una voz crítica deja gobierno de Guatemala
El Procurador de Derechos Humanos de Guatemala termina su gestión y con él, creen muchos, uno de los pocos reductos democráticos que quedan en el país
Uno de los últimos pilares del esfuerzo de Guatemala para erradicar la corrupción deja su cargo esta semana luego de la destitución o partida de una serie de activistas que sacudieron a la clase gobernante de la nación centroamericana.
El Procurador de Derechos Humanos, Jordán Rodas Andrade será reemplazado el sábado por un exmagistrado de la Corte Suprema.
Durante sus cinco años de gestión Andrade recibió 18 solicitudes de retiro de inmunidad para que la fiscalía lo investigara, fue citado siete veces al Congreso y le retuvieron fondos para pagar salarios, lo que le provocó una asfixia financiera.
Es que, según él mismo dijo a The Associated Press, defender los derechos humanos en Guatemala no es una tarea fácil.
Rodas, un acérrimo crítico del presidente Alejandro Giammattei, también se lleva el enojo de diputados, empresarios y funcionarios a los que fiscalizó y muchos creen que su salida pondrá fin a uno de los pocos reductos democráticos que quedan en el país.
La comunidad internacional ha lanzado su voz de alarma por la persecución en Guatemala de funcionarios judiciales -que llevó a varios al exilio-, y los procesos contra periodistas, activistas y manifestantes.
Un informe reciente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos colocó al país junto a Cuba, Nicaragua y Venezuela entre las naciones donde más se violan los derechos humanos.
“La gente está harta de la corrupción”, dijo Rodas, de 53 años, quien atribuyó a este delito la vulneración de derechos elementales como la salud, la educación y la alimentación.
Al evaluar su gestión el saliente Procurador dijo que intentó mantenerse independiente a pesar de los ataques que recibió.
“Yo he sobrevivido a dos presidentes autoritarios", dijo en referencia a Jimmy Morales (2015-2020) y al actual mandatario. Pero Rodas mantiene el optimismo porque, dijo, la población ya sabe que la Procuraduría puede ser un órgano independiente “que no está para ser un adorno, aplaudirle al presidente o hacer lo que él quiera”.
Según la constitución, el Procurador es un comisionado del Congreso para la defensa de los derechos humanos y entre sus facultades está investigar y denunciar comportamientos administrativos lesivos, emitir censuras públicas por actos o comportamientos contra los derechos constitucionales y promover recursos legales, entre otras funciones.
“Pensé que con Jimmy Morales habíamos tocado fondo, pero no”, dijo el Procurador en referencia a Giammattei, a quien definió como un hombre obsesionado con el poder.
Un amparo solicitado por el Procurador en 2017 frenó la expulsión del abogado colombiano Iván Velásquez, entonces titular de la Comisión Contra la Impunidad en Guatemala. Morales quería expulsarlo por sus investigaciones sobre corrupción que salpicaban a sus familiares.
También hubo otros amparos importantes, como uno contra empresas distribuidoras de energía eléctrica por los apagones. "Ponen en riesgo la vida de las personas. En pandemia por el COVID arriesgaron la salud de la gente con cortes de energía, se temía por la cadena de frío que debían tener las vacunas”, recordó.
Rodas no ha escapado a las agresiones. En lugares públicos suele recibir amenazas de una fundación de ultraderecha que defiende a militares acusados de crímenes de lesa humanidad que le gritan que se encargarán de él o que lo verán preso.
Pero no es fácil de amedrentar. "Yo no he dejado de actuar, seguiré actuando como Procurador hasta el último minuto. No tengo necesidad de salir exiliado. Al terminar quiero dedicarme a la academia que es de donde vengo, hay Jordán para rato”, sostuvo.
Rodas no descartó una participación en la política en el futuro, aunque no se vea muy alentador. Según él la reciente elección del rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en la que participó como candidato contra el abogado Walter Mazariegos, pudo haber sido un ensayo de lo que le espera al país en los comicios presidenciales programados para 2023.
Mazariegos fue elegido por 72 votos pero los únicos que pudieron sufragar fueron sus partidarios. Por ello desde hace dos meses estudiantes, académicos y trabajadores mantienen cerradas las instalaciones de la universidad. Hasta ahora la justicia no ha intervenido ante las denuncias de fraude.
“En el país es posible un fraude porque hay un uso de recursos púbicos con fines electorales”, dijo Rodas en alusión a lo que considera la cooptación del Poder Judicial por parte del partido oficialista y la desconfianza hacia los integrantes del Tribunal Supremo Electoral.
Su salida también pone en duda el destino de las defensorías de la mujer, de los pueblos indígenas, de la diversidad sexual y de la unidad de averiguaciones especiales, que según la ley debe ayudar en la búsqueda de personas desaparecidas, que dependen de él.
Para Jorge Santos, coordinador general de la organización no gubernamental Unidad de Protección a Defensores de Derechos Humanos, Rodas cumplió su función.
“La ley es el parámetro para evaluar a Jordán Rodas y al Procurador que llega, ese es el límite mínimo con el cual el nuevo Procurador debe construir, con avances y progresos, más que lo que deja el anterior”, dijo Santos.
Rodas accionó cuando se violentaron derechos “pero también hubo acciones para revertir esas violaciones”, agregó.
Santos explicó que en Guatemala se violentan no sólo los derechos individuales sino también los colectivos y para ello se han creado unidades dentro de la Procuraduría sobre las que mantendrán vigilancia, como la unidad de investigaciones de personas desaparecidas.
“Vamos a estar observando... El reto del nuevo Procurador es por su cercanía grande con actores de poder y que mantienen impunidad. Deseamos ver su independencia”, sostuvo Santos.