Primaria ajustada en Nuevo Hampshire prueba a republicanos
La carrera republicana para un escaño en el Senado federal por Nueva Hampshire se perfila como una contienda reñida entre el conservador Donald Bolduc y Chuck Morse, más moderado, en la última noche de primarias antes las elecciones de mitad de legislatura, que vuelven a poner a prueba la influencia de la extrema derecha sobre el Partido Republicano
La carrera republicana para un escaño en el Senado federal por Nueva Hampshire se perfiló el martes como una contienda reñida entre el conservador Donald Bolduc y Chuck Morse, más moderado, en la última noche de primarias antes las elecciones de mitad de legislatura, que volvieron a poner a prueba la influencia de la extrema derecha sobre el Partido Republicano.
Los republicanos consideran que pueden derrotar a la actual senadora, Maggie Hassan, en unas elecciones generales para las que faltan apenas ocho semanas. Pero uno de los aspirantes más firmes en la carrera republicana es Bolduc, un general de brigada retirado del Ejército que algunos en el partido creen que está demasiado a la derecha para captar a votantes indecisos en los comicios. Morse, presidente del Senado estatal, contó con el respaldo del oficialismo republicano.
El escaño de Nueva Hampshire en el Senado podría ser crucial para determinar qué partido controla la cámara a partir de noviembre. El presidente, Joe Biden, ganó en el estado por más de siete puntos porcentuales y Bolduc ha hecho campaña defendiendo, entre otras cosas, la mentira de que Donald Trump ganó las presidenciales de 2020 y teorías conspiratorias sobre las vacunas.
Hassan logró la nominación de su partido ante una oposición simbólica mientras que el gobernador, Chris Sununu, obtuvo la nominación republicana para otro mandato. Es el claro favorito en la carrera contra el demócrata Tom Sherman, que no tuvo rival para hacerse con la candidatura.
Funcionarios federales y estatales y el propio secretario de Justicia de Trump han dicho que no hay evidencia creíble de que los comicios presidenciales estuviesen amañados. Las denuncias de fraude del exmandatario fueron rechazadas rotundamente en los tribunales, incluso por jueces que él mismo había nombrado.
Las últimas primarias se celebraron en un momento dramático en la campaña electoral. Los republicanos han pasado gran parte del año armando su mensaje electoral en torno a Biden y su gestión económica, especialmente al alza de los precios. Pero los demócratas llegan a la recta final con una sensación de optimismo cauto ya que el índice de aprobación de Biden se mantiene y la inflación se ha ralentizado por segundo mes consecutivo, aunque sigue siendo elevada.
La decisión de la Corte Suprema de anular el derecho constitucional de la mujer al aborto podría dar a los demócratas el impulso necesario para revertir las derrotas que históricamente acompañan a las primeras elecciones de mitad de legislatura de un nuevo presidente.
En Rhode Island, el gobernador Dan McKee se impuso en las primarias demócratas al superar el importante desafío de otros dos aspirantes en su intento por lograr su primer mandato completo en el cargo.
McKee, que fungía como vicegobernador cuando, hace un año y medio, relevó a la gobernadora Gina Raimondo tras su nombramiento como secretaria de Comercio de Estados Unidos, será el claro favorito al cargo en noviembre en este estado liberal frente a la republicano Ashley Kalus, una empresaria recién llegada a la política.
En sus primarias, los votantes del estado eligieron a candidatos para cargos estatales, para la Cámara de Representantes federal, para la legislatura estatal y para cargos locales.
En Delaware, el tercer estado que celebró comicios el martes, Lydia York, una recién llegada a la política, ganó las primarias demócratas para auditora del estado ante Kathy McGuiness, que ostenta el cargo pero está a la espera de una sentencia por cargos de corrupción.
York, una abogada respaldada por el partido estatal que recaudó y gastó más que McGuiness durante la campaña, se enfrentará ahora a la republicana Janice Lorrah, que también se estrena en política.
En una visita sorpresa, Biden viajó a Delaware para votar en su estado natal, a pesar de que podía haberlo hecho por correo o por anticipado, como miles de sus conciudadanos. Hasta el martes por la tarde se habían recibido casi 12.000 boletas por correo y más de 4.800 personas más se acogieron al voto anticipado en persona gracias a una ley que entró en vigor este año.