Premier de Alberta se disculpa por su manejo del COVID
El primer ministro de la provincia canadiense de Alberta se disculpa por la forma en que ha manejado la pandemia de COVID-19, y dice que ahora ordenará implementar un pasaporte de vacunación e impondrá trabajar desde casa obligatoriamente, dos meses después de suspender casi todas las restricciones
El primer ministro de la provincia canadiense de Alberta se disculpó el miércoles por la forma en que ha manejado la pandemia de COVID-19, y dice que ahora ordenará implementar un pasaporte de vacunación e impondrá trabajar desde casa obligatoriamente, dos meses después de suspender casi todas las restricciones.
Alberta declaró un estado de emergencia de salud pública, y el premier Jason Kenney dijo que los hospitales podrían quedarse sin camas y personal disponibles en las unidades de terapia intensiva en 10 días.
“Ahora está claro que estábamos equivocados, y ofrezco disculpas por ello”, manifestó Kenney.
Ha quedado prohibido cenar en tabernas y restaurantes a partir de ahora.
Kenney dijo que el COVID-19 está golpeando a Alberta con más fuerza que cualquier otro lugar de Canadá debido a que tiene la tasa más baja de vacunación en el país.
Varias provincias canadienses están introduciendo los pasaportes de vacunación, con los que la gente tiene que demostrar que ha sido inoculada antes de que se le permita utilizar servicios no esenciales, tales como tabernas y restaurantes. Kenney se había resistido a aplicar ese tipo de medidas.
El premier y líder del Partido Conservador Unido dijo en junio que la pandemia estaba llegando a su fin y que era necesario que la gente aceptara eso. También criticó a los medios de comunicación, diciendo que promovían el miedo, pero el miércoles reconoció que Alberta enfrenta su mayor desafío en lo que respecta a los servicios de salud.
“La primera obligación del gobierno debe ser impedir que ocurran grandes cantidades de fallecimientos evitables. Debemos lidiar con la realidad que enfrentamos. No podemos pretender que desaparezca con sólo desearlo”, manifestó Kenney.
Alberta tiene más de 18.000 casos activos, mucho más que cualquier otra provincia canadiense.