Perdió una pierna, enseña básquetbol y liderazgo a los niños

Los alumnos de cuatro clases de segundo grado aprendieron básquetbol de un profesional este verano. También aprendieron otras lecciones de vida.

Su instructor durante el mes de mayo fue Adolfo Damián Berdún, campeón italiano de básquetbol en silla de ruedas oriundo de Argentina Berdún, de 39 años, perdió la pierna izquierda en un accidente automovilístico cuando tenía 13 años en su Buenos Aires natal, pero descolló como basquetbolista en silla de ruedas y visita escuelas en las que habla sobre cómo salió adelante con su discapacidad.

Esta vez, cuando llegó a la escuela de un suburbio de Milán Berdún quería ser considerado solo un técnico.

Era la primera vez que cumplía esa función. Rechazó la propuesta de filmar un video de presentación y el primer día se apareció en su silla de ruedas, sin que nadie supiese nada de él.

“Cada vez que venía una clase nueva, me miraban con la boca abierta, como queriendo hacer preguntas”, contó Berdún. “Les dije que podrían hacer preguntas más adelante, que en principio íbamos a jugar al básquet”.

La directora de la asociación deportiva que organizó el programa de cinco semanas recuerda perfectamente ese primer encuentro. Berdún hizo una presentación sencilla y preguntó: “‘¿Quieren correr?‘. Todos dijeron que sí, y el ordenó: ”Corran’”, relató Elena Sandre. Todos salieron corriendo, ansiosos por tener un poco de acción después de un año académico en el que casi no tuvieron contacto con el deporte.

A lo largo de cinco semanas los chicos aprendieron a manejar el balón y a tirar el cesto. Hubo pocos pases por las restricciones asociadas con la pandemia del COVID-19. Formaron filas para hacer ejercicios y se divirtieron en una pista de slalom del gimnasio. Berdún hizo colgar dos aros a ambos lados del tablero para los chicos que no podían alcanzar el canasto con sus tiros.

Sandre conoció a Berdún trabajando como periodista, cuando cubrió el torneo de básquet en silla de Italia. Primero en Roma, después en Cerdeña y finalmente cuando llegó a la Lombardía donde juega para el club UnipolSai Briantea84 Cantù. El equipo se coronó campeón este año y Berdún fue elegido el mejor jugador del torneo. A los 39 años, sigue integrando la selección argentina, pero no irá a los paralímpicos de Tokio porque el equipo no se clasificó.

Sandre dice que pensó en Berdún para las clases no por su discapacidad, sino por la ascendencia que tiene sobre sus compañeros en todos los equipos en que jugó.

“Si lo ves jugar, te das cuenta de que es un técnico. Dirige al equipo. Es un líder”, expresó. Y no tuvo problemas para controlar a bulliciosos chicos de siete años.

“No pensé que en una silla de ruedas, con tantos chicos, me sentiría tan bien”, dijo Berdún.

Si bien Berdún se abstuvo de hablar de su discapacidad hasta el último día, los chicos habían aprendido una lección de tolerancia y aceptación. Sandre dice que los padres de los muchachos comentan en las redes sociales que se sienten “privilegiados” de que sus hijos hayan tenido la oportunidad de aprender de un deportista con una discapacidad.

En su despedida, los chicos le dieron a Berdún dibujos que habían hecho.

“Pero lo más lindo fue que logramos romper la barrera entre el técnico con una pierna, en silla de ruedas, y el técnico ideal”, comentó Berdún.

“¿Cómo lo sé? Porque después de que me hicieron un par de preguntas, me dijeron si podíamos seguir con las prácticas de básquet. Eso quiere decir que estaban más interesados en jugar que en saber por qué tengo una sola pierna”.

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Barry informó desde Milán.