Otro JMV extranjero aumenta proyección internacional de NBA
La selección de Nikola Jokic como el Jugador Más Valioso de la liga por segundo año consecutivo aumenta el sabor internacional de la NBA y la proyección de la liga en el resto del mundo
Tal vez es el ćevapi, o el souvlaki, o la sopa de mbanga.
Sea lo que sea, no hay duda de que la NBA tiene un sabor cada vez más internacional, reflejado en la aparente selección del centro de los Denver Nuggets Nikola Jokic como el Jugador Más Valioso de la liga por segundo año consecutivo. (Una fuente informada dijo a la Associated Press que habrá un anuncio en cualquier momento).
Sería la cuarta vez seguida en que el JMV es extranjero, algo nunca visto en la NBA.
El serbio fue elegido por sobre el griego Giannis Antetokounmpo, ganador dos veces de este premio, y del camerunés Joel Embiid, en otro hecho sin precedentes. Jamás los tres más votados habían sido extranjeros.
Los playoffs de la NBA están repletos de jugadores de afuera, incluido el esloveno Luka Doncic, de los Dallas Mavericks.
La presencia de figuras extranjeras dominantes fue uno de los objetivos del comisionado David Stern, quien consideró la NBA como una liga de proyección internacional e insistió en promover su expansión fuera de Estados Unidos.
“Es el sueño de David Stern”, dijo el técnico de Filadelfia Doc Rivers. “Afuera también son buenos. Es un juego mundial. Ya no estamos solo nosotros, sin importar lo que ‘nosotros’ quiera decir. Es un deporte mundial y eso es bueno”. Se refería a la superioridad histórica de los jugadores de Estados Unidos, que ya no es tan pronunciada.
El impacto de la presencia de jugadores de afuera se siente no solo en Estados Unidos. Hace que aumente le fervor por el deporte en países con una tradición basquetbolística como Serbia y Grecia. Antetokounmpo ganó dos premios al JMV seguidos, en el 2019 y el 2020, y ahora Jokic, orgullo de Sombor (Serbia), repite ese logro.
“Somos un país de básquet. Esto es una nueva prueba de que somos los mejores”, manifestó Marko Ćosić, quien dirigió a Jokic cuando era adolescente en el club Mega de Belgrado. “No es fácil para un país como Serbia, de 7 millones de habitantes, competir con el resto del mundo”.
Ćosić, hoy profesor de la Universidad de Belgrado, dijo que el estilo de juego de Jokic “es pura poesía... es un artista”.
Jokic, de 27 años, tuvo un promedio de 27,1 puntos, con 13,8 rebotes recuperados y 7,9 asistencias en la temporada regular.
En las plataformas europeas de la NBA, el contenido sobre Antetokounmpo tiene una audiencia que es un 100% más alta que la de las publicaciones promedio, según la NBA. El de Jokic es un 10% más popular que el promedio.
La venta de abonos para ver los partidos de la NBA por streaming (el NBA League Pass) subió un 17% en Serbia, un 14% en Eslovenia y un 9% en Grecia esta temporada respecto a la pasada. En África aumentó un 40% en forma combinada, aunque la NBA no difunde la cantidad total de abonados.
La NBA tiene programados dos partidos de pretemporada entre los Bucks y los Atlanta Hawks en Abu Dhabi en octubre. Será la primera vez que la NBA visita los Emiratos Árabes Unidos y el Golfo Pérsico.
Es imposible sobreestimar el impacto que Antetokounmpo ha tenido en Grecia, como jugador y como persona. Hijo de inmigrantes nigerianos, sacó su pasaporte griego poco antes de ser seleccionado en el draft de la NBA del 2013. “Giannis es un ídolo. Mejora la imagen de Grecia. Es un embajador mundial del Grecia”, expresó Vassilis Skountis, quien transmite partidos de la NBA en Cosmote TV.
Los medios deportivos de Grecia hablan más que nada del fútbol, el básquetbol y de Giannis.
De hecho, Antetokounmpo es una categoría noticiosa aparte. Se transmiten en vivo todos sus partidos, sin importar la hora, y se analizan sus desempeños.
Los padres lo adoran, los niños quieren ser como él.
“Es griego, un jugador espectacular, muy fuerte. Hace clavados, gana campeonatos, juega con la selección”, dijo Skountis. “En Grecia todos los chicos quieren ser como Giannis”.
En Camerún, y en toda África, donde el fútbol es el deporte más popular, Embiid es considerado una figura ejemplar, lo mismo que Antetokounmpo.
“Estos chicos que vienen de afuera se esfuerzan el doble que los demás”, dijo Joe Touomou, director técnico adjunto de la Academia Africana de la NBA. “A la hora de competir, se ve el resultado de ese esfuerzo. Es por ello que esos tres extranjeros están en la cima”.
La NBA está ayudando a promover el básquet en África, abriendo una academia y asociándose con la FIBA (la federación internacional del deporte) para montar una competencia continental de clubes parecida a la Liga de Campeones europeos de fútbol.
Rivers está entusiasmado con lo que ve.
“Fui a África hace un par de años, a Dakar, y es sorprendente, realmente”, declaró. “No hay nada igual a la academia de la NBA en África”.
La organización Basketball Without Borders (Básquetbol Sin Fronteras) desempeña un papel clave, organizando eventos anuales que permiten a las grandes promesas africanas entrar en contacto con jugadores y técnicos de la NBA.
Embiid era un chico delgado, tímido, cuando participó en uno de esos eventos en el 2011. “Para ser sincero, no era la mejor promesa que teníamos”, dijo Touomou, un camerunés amigo de la familia de Embiid. Pero era alto, tenía buena coordinación “y era implacable”.
Circulan rumores de que Embiid quiere sacar la ciudadanía francesa con el fin de poder lucir la casaca “bleu” en los Juegos Olímpicos de París del 2024. Los cameruneses seguramente lo perdonarían ya que los que más les importa es el fútbol.
En las naciones basquetboleras de Europa, ganar medallas con un país es tan importante, si no más, que triunfar en la NBA.
Con el aporta de Jokic, Serbia se llevó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en el 2016. No participó en el torneo clasificatorio para los juegos de Tokio el año pasado, diciendo que estaba agotado por la campaña en la NBA, en la que ganó su primer JMV. Serbia albergó el torneo clasificatorio y cayó en el duelo decisivo ante Italia.
“Sea cual sea el problema que tiene con la selección de Serbia, tienen que tratar de resolverlo”, dijo Andrija Pavlovic, un serbio fanático del básquet que vive en Londres. “Lo necesitamos. Hemos tenido mucho éxito en el pasado. Es una tradición que queremos mantener”.
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Tim Reynolds colaboró en este despacho desde Miami.