México experimenta cierto alivio en tercera oleada COVID-19
Muchos enfermos con COVID-19 viven una auténtica montaña rusa, a veces sintiéndose bien y otras tosiendo hasta toser sangre
Israel Buendía estaba sentado en la cama más cercana a la ventana, con una máquina que le introducía oxígeno por la nariz. Llevaba dos semanas en el Hospital Ajusco Medio y ahora le maravillaba el sonido de su propia voz.
Apenas el viernes pasado, Buendía también se había sentido bien. Se bañó y caminó un poco por el pasillo. Luego empezó a toser y no pudo parar. Por la tarde, los médicos le colocaron boca abajo en la cama para facilitarle la respiración. Escupió sangre.
“Él estuvo a punto de ser intubado”, comentó esta semana la doctora Susana Valdez, jefa de medicina interna.
Así es la montaña rusa del COVID-19 para muchos pacientes. La pandemia ha tenido picos y valles similares en México durante el último año y medio. El país se encuentra ahora en medio de su tercera oleada de infecciones, un incremento que comenzó a mediados de junio y que apenas está empezando a mostrar signos de alivio.
El Hospital General Ajusco Medio se encuentra en un barrio situado en la ladera de una montaña en el sur de Ciudad de México Designado desde el principio para atender únicamente a enfermos de COVID-19, el hospital público ha atendido a más de 62.000 personas.
El martes, su unidad de cuidados intensivos estaba al 99% de su capacidad. El ala hospitalaria temporal de 96 camas que se construyó en el estacionamiento del hospital debajo de la torre principal estaba al 99,6% de su capacidad, con sólo una cama libre.