México coquetea con idea albergar Juegos Olímpicos en 2036
A más de cincuenta años de ser sede de los Juegos Olímpicos, México coquetea con la idea de albergarlos de nuevo
A más de cincuenta años de haber sido sede de unos Juegos Olímpicos, México coquetea con la idea de albergarlos de nuevo.
El canciller Marcelo Ebrard dijo el miércoles que el país seguirá los lineamientos que le solicite el Comité Olímpico Internacional (COI) para determinar la viabilidad de ser otra vez anfitrión en un futuro.
México fue sede de los Juegos Olímpicos en 1968. Desde entonces la única vez que estas justas volvieron a un país latinoamericano fue en Río de Janeiro 2016. Más bien, se han concentrado en economías más desarrolladas, dado que el Comité Olímpico Internacional exige diversos requerimientos para la realización.
Tokio ganó la sede de los Olímpicos del 2020 con una licitación por 7,300 millones de dólares. Después de eso, el COI modificó reglamentos para tratar de que las sedes interesadas no gasten tanto, aunque es incierto cómo funcionará ese modelo.
“México desde luego va participar y nuestra meta es traer los Juegos Olímpicos a México 2036 o si no 2040 porque así funciona el sistema”, dijo Ebrard en una rueda de prensa.
Las próximas sedes de los Juegos Olímpicos de verano ya están determinadas. París realizará la justa en el 2024, Los Ángeles en el 2028 y Brisbane en 2032.
Hasta ahora, funcionarios en países como Gran Bretaña, Corea del Sur, Egipto y Alemania han expresado abiertamente interés por ser sedes en 2036.
El secretario mexicano de Relaciones Exteriores dijo que la presidenta del Comité Olímpico Mexicano, Mari José Alcalá ya se comunicó con el COI en julio pasado para expresar el interés y anunciar el respaldo del gobierno, otro requisito indispensable para pedir una sede.
Ebrard dijo que el 30 de noviembre anunciarán a los miembros del comité que realizará los estudios que les pide el COI, entre ellos el del financiamiento.
El actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha mostrado renuente a invertir en eventos deportivos. Las contribuciones que el país daba con anteriores gobiernos, a través de la Secretaría de Turismo, a los organizadores de torneos de tenis, partidos de la NBA o de la NFL y a las carreras de la Fórmula 1 fueron retirados al inicio de la administración sexenal.
“Hay que invertir 2.000 millones de pesos (unos 100 millones de dólares) tan sólo por el derecho de piso, es un gasto innecesario, mejor que se gaste en equipamiento deportivo e infraestructura”, afirmó recientemente Ana Gabriela Guevara, excampeona mundial de los 400 metros y directora de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE)
Ese organismo controla el presupuesto federal destinado al deporte en el país.
“En este momento, incluso ya hablado con el presidente de la república, no estamos levantando la mano, no es de interés de esta administración levantar la mano para un evento de esa magnitud”, agregó la exatleta olímpica.
Sin embargo, Ebrard dijo que para organizar unos Olímpicos de nueva cuenta, México tiene infraestructura de “otros juegos” y puede apoyarse en todo lo que el país ha construido en los últimos años.
De las sedes usadas en México 1968 pocas o ninguna cumplirían con requerimientos del COI.
Desde que México fue sede de los Olímpicos en 1968, las competencias polideportivas más importantes en el país fueron los Juegos Panamericanos de 1975 en Ciudad de México y los de Guadalajara en 2011.
Asimismo, el país albergó los Juegos Centroamericanos en Veracruz 2014 que recibieron muchas críticas por su mala organización. Algunos atletas se quejaron entonces de que tuvieron que quedarse en hoteles de paso por falta de hospedaje disponible, entre otras fallas.
Desde luego, México ha albergado también el Mundial de fútbol en dos ocasiones (1970 y 1986). Será el único país en ser sede por tercera ocasión, en 2026, aunque como coanfitrión con Estados Unidos y Canadá.
Otro tema importante que Ebrard no abordó es el referente la seguridad de atletas y asistentes, en un país con altos índices de delitos violentos, muchos atribuidos al narcotráfico y otros grupos del crimen organizado.