México: afganas refugiadas quieren ser la voz de su pueblo
Cuatro jóvenes afganas de un reconocido grupo de robótica que arribaron esta semana a México en condición de refugiadas ven su llegada al país latinoamericano como una oportunidad para concretar sus sueños y convertirse en un símbolo de esperanza para sus compatriotas
Cuando hace cuatro años salieron de Afganistán para participar en competencias de robótica y se convirtieron en un ejemplo para muchas niñas y mujeres de su país, las jóvenes conocidas como las “soñadoras afganas” jamás pensaron que eso podría llegar a representar un riesgo para sus vidas.
Luego de que el Talibán tomó el control de Afganistán las jóvenes sabían que la notoriedad internacional que habían alcanzado las había convertido en objetivo de los radicales y emprendieron una desesperada carrera por abandonar el país.
A inicios de semana y gracias a la mediación de México y algunas organizaciones internacionales, cuatro de las integrantes del reconocido grupo de robótica, junto a una hermana de una de ellas y un acompañante, salieron de Afganistán y tras un periplo de más de 12 horas de vuelo por cinco países llegaron la noche del martes a la capital mexicana.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador decidió darles refugio y una visa humanitaria por 180 días que puede ser prorrogada.
“México no está esperando ni que se queden ni que se vayan, sino que decidan ellas qué quieren hacer”, dijo la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y de Derechos Humanos, Martha Delgado, y agregó que luego de que ellas logren reunificarse con sus familias, que aún están en Afganistán, podrían decidir ir a otro país, aceptar una beca u oferta trabajo o reunirse con otros familiares que viven en el exterior.
Además del equipo de robótica, las autoridades mexicanas recibieron esta semana a 124 afganos entre periodistas, trabajadores del diario The New York Times y otros medios y sus familias.
A pesar de las horas de angustia que vivieron tras la llegada del Talibán y el dolor que representó dejar atrás sus hogares y familias, las cuatro jóvenes se mostraron optimistas y ven su arribo a la nación latinoamericana como una nueva oportunidad para concretar sus sueños y convertirse en un símbolo de esperanza para sus compatriotas.
“Estamos felices de que ahora estemos a salvo”, afirmó Saghar en entrevista con The Associated Press e indicó que salieron con la esperanza de ayudar desde el exterior, a través de una fundación, a sus compatriotas que quedaron en Afganistán. “Salimos con la esperanza de poder salvarlos también”.
Al hablar de las difíciles horas que pasaron luego de que el Talibán tomó el control del país asiático, la joven relató, en un fluido inglés, que “estábamos tan estresadas que no pudimos comer ni dormir bien durante muchos días... nos sentábamos juntas y llorábamos pensando qué solución podíamos tener”. Pese a la adversidad “decidimos elegir pelear” y buscaron marcharse antes de que los talibanes actuaran contra ellas.
Saghar, de 17 años, dijo que la decisión de México de darles acogida representó para el grupo una gran alegría, pero admitió que aún están muy preocupadas por los familiares que quedaron en Afganistán, que esperan que también puedan salir del país.
Ataviadas con el uniforme del equipo de robótica, constituido por un camisón negro con un hermoso bordado de colores en la parte delantera y un pantalón también negro, las jóvenes indicaron que aspiran continuar vinculadas con la tecnología, que iniciaron en la adolescencia, y concretar estudios de ingeniería mecánica y computación. Al respecto Saghar recordó que en un viaje al exterior les ofrecieron estudios en las universidades estadounidenses de Yale, Cornell y Harvard, y dijo que espera que la oferta se concrete.
El grupo de las “soñadoras afganas” fue creado hace cuatro años por la empresaria y emprendedora tecnológica Roya Mahboob que dirige el “Digital Citizen Fund” que imparte clases para niñas en ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas y robótica.
Las jóvenes alcanzaron notoriedad en 2017 cuando Estados Unidos inicialmente les negó la visa pero gracias a la intervención extraordinaria del expresidente Donald Trump pudieron viajar a Washington, donde obtuvieron un premio especial en el Campeonato Internacional de Robótica.
Entre sus invenciones más recientes está un respirador a bajo costo para enfermos críticos de coronavirus que hicieron a partir de piezas de automóviles.
“Ayuden a Afganistán a tener paz”, dijo Saghar al enviar un mensaje al presidente Joe Biden y a los gobiernos del mundo para que apoyen a sus compatriotas y especialmente a las jóvenes que quedaron en el país asiático para que tengan una oportunidad de salvarse.