Marshall busca capturar la esencia del jazz en documental
De visita en el Festival Internacional de Cine de Morelia, el director y productor estadounidense Frank Marshall relata 50 años de historia en el filme “Jazz Fest: A New Orleans Story” sobre el legendario festival de Jazz de Nueva Orleáns que codirige con Ryan Suffern
De visita en el Festival Internacional de Cine de Morelia, el director y productor estadounidense Frank Marshall relató 50 años de historia musical en el filme “Jazz Fest: A New Orleans Story” sobre el legendario festival de Jazz de Nueva Orleáns que codirige con Ryan Suffern.
Marshall, director de filmes como “Congo” y “Arachnophobia” (“Aracnofobia”) y experimentado productor de otras célebres películas como “Raiders of the Lost Ark” (“En busca del arca perdida”), “The Curious Case of Benjamin Button” (“El curioso caso de Benjamin Button”), “Back to the Future” (“Volver al futuro”) así como “Jurasic World”, creció en una familia musical: su padre era compositor y tocaba la guitarra de jazz y él mismo toca la guitarra.
Cuando le ofrecieron hacer un filme a propósito del 50 aniversario del The New Orleans Jazz & Heritage Festival, celebrado en 2019, no lo dudó a pesar de que nunca había ido como espectador.
No pasó mucho antes de que enfrentara su primer reto. Con miles de artistas en escena a lo largo de una semana, uno de los puntos más complicados para el cineasta era elegir con quién hablar y qué ver. Su guía fue el director del festival Quint Davis, quien sabía a qué artistas habituales buscar y también conocía los nuevos talentos que valía la pena destacar: Pitbull, Katty Perry, Bruce Springsteen, Suzannah Powell, Sonny Landreth, Earth, Wind & Fire, Samantha Fish y Al Green son sólo algunos de los que participaron en el documental.
El filme fue estrenado en Estados Unidos en mayo y actualmente está disponible en video on demand en ese país. Todavía no tiene una fecha de estreno en Latinoamérica, pero se espera que llegue a las salas de la región.
Marshall filmó justo a tiempo para hablar con el fundador del festival, George Wein, de entonces 93 años, y con Ellis Marsalis, de 84, patriarca de la familia Marsalis de renombrados jazzistas estadounidenses.
“Realmente creo que son como los padres del festival porque los dos estuvieron al comienzo hace 50 años”, apuntó Marshall. “Una de las cosas geniales sobre hacer documentales es que tienes descubrimientos en el camino y al encontrar imágenes de archivo encontramos a George Wein con Mahalia Jackson en el primer festival con sonido. Así que poder platicar con él y poderle hacer preguntas sobre cómo fue y lo que recordaba fue fantástico... La familia Marsalis es muy, muy importante para el festival y resultó ser la última vez que él (Ellis) y sus hijos tocaron juntos, es una gran manera de honrar su legado”.
Una vez definidos los artistas, el siguiente reto era coordinar seis unidades de cámaras, incluyendo tres en formato IMAX, para moverse entre los 14 escenarios del festival y los cerca de 100.000 asistentes por día. Encima, un día llovió.
“Todo se redujo a decidir quién iba a filmar dónde, por eso hay dos directores porque uno de nosotros no podía estar en todas partes al mismo tiempo”, recordó Marshall. “Teníamos muchos carritos de golf. Mucha logística y mucha gente coordinando. Fue muy divertido”.
Como suele pasar en los festivales, hubo cambios de último minuto. Uno de los actos estelares, Los Rolling Stones, cancelaron, pero se puede escuchar a Jimmy Buffet cantando “You Can’t Always Get What You Want” en su honor. Precisamente la improvisación y fugacidad del jazz era algo que Marshal estaba muy atento de poder capturar en cámara.
“Es un reto y lo que necesitas es un editor muy bueno y nuestro editor Martin Singer es uno de los mejores”, dijo Marshall. “Es muy engañoso, no sólo tener la actuación, debes decidir dónde entrar con un poco de diálogo de la entrevista y no interrumpir la música. Es un equilibrio muy delicado... Y claro, como mencionas, en el jazz hay mucha improvisación, así que cuando estás ahí es más fácil de comprender, pero en una película se podría volver un poco aburrido por momentos. Ese balance es definitivamente algo que teníamos que cuidar”.
Los admiradores del jazz se llevarán una grata sorpresa al aprender más de este género a través del documental y los jóvenes que quizá no conozcan tanto de él se maravillarán de encontrar las relaciones de esta música con artistas contemporáneos como Perry.
“Mi esperanza es que las generaciones más jóvenes puedan ver cómo todos estos tipos diferentes de música y gente se pueden unir, estar muy felices y celebrar y disfrutar la vida”, apuntó Marshall. “Creo que cuando vez que hay tolerancia y aceptación para todo tipo de gente y todo tipo de música... es muy esperanzador”.
Precisamente este lado esperanzador queda de manifiesto cuando el documental relata el impacto devastador que tuvo el huracán Katrina de 2005 en la ciudad y en el festival, así como la forma en la que volvieron a ponerse en pie.
“Lo que más me sorprendió fue que la gente todavía en las entrevistas se desploma porque fue un evento tan traumático que simplemente comenzaban a experimentarlo de nuevo y por eso el festival se convirtió en algo de lo que se podían sostener y tener esperanza”, reflexionó Marshall.
The New Orleans Jazz & Heritage Festival, también conocido como Jazz Fest, es el evento musical del año en Nueva Orleáns. El jazz está tan profundamente ligado a la ciudad que incluso hay funerales de jazz en los que los dolientes bailan y tocan música para sus seres queridos.
“Como dice uno de los personajes (del documental) ‘funeral de Jazz ¿quién no quisiera tener uno?’ Es una especie de Día de los Muertos”, señaló Marshall. “Celebramos cuando vienes a este mundo y celebramos cuando te vas”.
Sólo la pandemia logró interrumpir el festival en 2020 y 2021. Marshall prometió que irá como fan el próximo año.