Londres responde a amenaza francesa de vetar a sus pesqueros
Gran Bretaña dice que una amenaza francesa de vetar el acceso de barcos británicos a sus puertos en una disputa sobre pesca parece violar el derecho internacional, y promete tomar represalias si París sigue adelante con el plan
Gran Bretaña dijo el jueves que una amenaza francesa de vetar el acceso de barcos británicos a sus puertos en una disputa sobre pesca parecía violar el derecho internacional, y el gobierno prometió tomar represalias si París seguía adelante con el plan.
Francia anunció el miércoles que vetaría la entrada de pesqueros británicos en algunos puertos franceses a partir de la semana siguiente si no se alcanzaba un acuerdo sobre licencias de pesca. También sugirió que podría restringir los suministros de energía a las Islas del Canal, que son territorio británico pero se encuentran cerca de la costa gala.
“Las amenazas de Francia son decepcionantes y desproporcionadas y no lo que esperaríamos de un aliado y socio cercano”, dijo Gran Bretaña.
Las medidas, afirmó el gobierno, “no parecen ser compatibles" con el acuerdo de salida británica de la Unión Europea ni con “el derecho internacional más general, y si se aplican, serán recibidas con una respuesta apropiada y calibrada”.
Desde que Gran Bretaña abandonó la órbita económica de la UE a principios de año, las relaciones entre Londres y París se han agriado cada vez más.
Francia protestó con firmeza el mes pasado por la decisión de Gran Bretaña y de Jersey, una Isla del Canal, de rechazar docenas de licencias de pesca de barcos franceses para faenar en sus aguas territoriales. Francia dice que las restricciones chocan con el acuerdo firmado por el gobierno británico cuando abandonó el bloque.
Tras semanas de negociaciones, las autoridades británicas han concedido más licencias de pesca, aunque la cifra siguen siendo el 50% de lo que Francia considera que “le corresponde”, según dijo el miércoles el vocero del gobierno francés, Gabriel Attal
Los ministros franceses para Europa y Asuntos Marítimos dijeron el miércoles en una conferencia conjunta que si no hay acuerdo para el 2 de noviembre, Francia prohibirá la entrada de pesqueros británicos en puertos designados y estrechará los controles aduaneros, de seguridad y de otra clase a cualquier embarcación y camión británico que viaje entre Francia y Gran Bretaña.
Francia también dijo que “no descarta” tomar medidas en las próximas semanas que afectarían al suministro energético en Gran Bretaña, según la declaración. Attal especificó que se referían a las Islas del Canal, que están más cerca de la costa francesa que de la británica y dependen en buena parte de la electricidad procedente de la red francesa.
“Hemos trabajado con los británicos, les dimos todos los datos solicitados, documentos, información para respaldar estas solicitudes (de licencias)”, dijo Attal. “Nuestra paciencia ha llegado a su límite hoy”.
Gran Bretaña dice haber concedido el 98% de las solicitudes de licencias de pesca de embarcaciones europeas pero que hay una disputa sobre 31 pesqueros que según Gran Bretaña no presentaron documentación que respaldara sus peticiones.
Jersey, situada a apenas 22 kilómetros (14 millas) de la costa francesa, es un territorio de la corona británica independiente de Reino Unido. Como tal, tiene sus propias competencias sobre quién puede pescar en sus aguas territoriales. Su administración ha concedido licencias basándose en su interpretación de los acuerdos entre Londres y Bruselas, y ha acusado a Francia de actuar de forma desproporcionada.