La migración seguirá siendo un tema difícil para Biden
El presidente Joe Biden se comprometió a “arreglar nuestro sistema migratorio de una vez por todas”, pero un país cada vez más dividido no puede ponerse de acuerdo en cómo debería ser un arreglo del sistema a largo plazo
En una ceremonia reciente en la Casa Blanca para honrar la herencia hispana de Estados Unidos, el presidente Joe Biden habló de cómo la inmigración ha definido a la nación y debería ser celebrada.
“Lo decimos todo el tiempo, pero eso es lo que somos”, señaló Biden. “Esa es la nación. Somos una nación de inmigrantes”.
Biden se comprometió a “arreglar nuestro sistema de inmigración de una vez por todas”. El mandatario está abordando asuntos a corto plazo, como la reunificación de las familias de migrantes que fueron separadas durante el gobierno anterior y la solución de los atascos en el sistema de asilo. Y sus funcionarios fronterizos han trabajado para reducir el caos a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
Pero un país cada vez más dividido no puede ponerse de acuerdo en cómo debería ser un arreglo del sistema a largo plazo, cuestiones básicas como si deberían entrar más inmigrantes o menos. Y el futuro de las políticas clave no depende de la Casa Blanca ni del resultado de las elecciones intermedias, sino de los tribunales.
Tan sólo el miércoles, el fallo de un tribunal de apelaciones dejó en el limbo el destino de más de 600.000 migrantes conocidos como “dreamers” que llegaron a Estados Unidos de manera ilegal cuando eran niños. Biden señaló que haría todo lo posible por ayudarlos, pero advirtió que no todo depende de él.
“Si bien utilizaremos las herramientas que tenemos para permitir que los dreamers vivan y trabajen en el único país que conocen como hogar, ya es hora de que el Congreso apruebe protecciones permanentes para los dreamers, incluyendo una vía para la naturalización”, señaló Biden en un comunicado.
El trasfondo político de todos estos desafíos es duro.
Uno de cada tres adultos en Estados Unidos cree que hay una labor en curso para reemplazar a los nacidos en Estados Unidos con inmigrantes con el fin de obtener ganancias políticas, de acuerdo con un estudio de The Associated Press y el Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos. Los republicanos que se postularon a un escaño en el Congreso están utilizando los anuncios de campaña para las elecciones intermedias para advertir sobre una próxima “invasión”. Algunos líderes del Partido Republicano han trasladado vía terrestre o aérea a migrantes que cruzaron la frontera a zonas gobernadas por demócratas, en una maniobra política para llamar la atención sobre lo que dicen es un caos continuo en la frontera sur del país.
Los demócratas, por su parte, señalaron que quieren crear una vía para que cientos de miles de migrantes que llegaron al país siendo niños puedan naturalizarse y dijeron que quieren políticas que reflejen el papel de Estados Unidos como un lugar seguro para aquellos que huyen de persecuciones. Pero no pueden ponerse de acuerdo sobre cómo deberían de ser esas políticas.
Y mientras tanto, los economistas señalan que el país necesita más trabajadores, no menos, para satisfacer sus necesidades laborales.
Biden, que heredó un sistema endurecido al que el expresidente Donald Trump orientó para mantener a los migrantes fuera del país, ha retirado muchas de las políticas más polémicas de Trump. Ha trabajado para acelerar el manejo de los casos de asilo e incrementar el número de refugiados que pueden entrar a Estados Unidos.
Y a pesar del número récord de llegadas en los últimos meses y de todos esos acalorados anuncios de campaña, ahora los puestos fronterizos están en gran medida libres de las escenas caóticas que en años anteriores desataron indignación: migrantes apiñados bajo un puente o niños pequeños abarrotados tras vallas.
Pero el Congreso ha intentado repetidas veces —y fracasado— en mejorar el sistema migratorio del país, intentando impulsar varias propuestas a través de la Cámara de Representantes y el Senado sólo para verlas fracasar.
A pesar del último fallo judicial sobre los dreamers, se ve difícil que el Congreso pueda aprobar un proyecto de ley sustancial para proteger a una nueva generación de migrantes de la forma que el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia proporcionó una forma de obtener estatus legal hace una década durante el gobierno del presidente Barack Obama.
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La periodista de The Associated Press Lisa Mascaro contribuyó a este despacho.