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La Liga culmina con pugna por título y posibles despedidas

Dos de los estadios más modestos de España serán los escenarios de momentos de júbilo y desconsuelo el sábado

AP Noticias
Jueves, 20 de mayo de 2021 15:43 EDT
ATLETICO-SUAREZ
ATLETICO-SUAREZ (AP)

Dos de los estadios más modestos de España serán los escenarios de momentos de júbilo y desconsuelo el sábado.

El Atlético de Madrid podría proclamarse campeón de la Liga de España por primera vez en siete años con una victoria en Valladolid, mientras que Lionel Messi y Ronald Koeman podrían participar en su último partido con el Barcelona al visitar al descendido Eibar.

Los colchoneros llegan a la última fecha del torneo con una diferencia de dos puntos sobre el campeón vigente Real Madrid.

Si los dirigidos por Diego Simeone no logran salir victoriosos en Valladolid, el Madrid repetiría como campeón con un triunfo ante el Villarreal. El Madrid tiene a su favor el criterio de desempate frente al Atlético, en caso de que acaben igualados en puntos.

En una ciudad situada a 190 kilómetros (118 millas) al norte de Madrid, el Real Valladolid precisa de la victoria en el estadio José Zorrilla para poder salvarse del descenso.

Elche y Huesca también se debaten la permanencia con Valladolid. Dos de los tres acabarán en la segunda división.

Para el zaguero de Valladolid Kiko Olivas, la desesperación del equipo es lo que necesitan para dar la sorpresa.

“Sigue quedando una posibilidad y es por la que tenemos que luchar hasta el final. Olvidar todo lo demás, porque no nos suma, y afrontar creyendo en esa posibilidad por muy difícil que sea", dijo Olivas. "El Atlético de Madrid se juega algo importante pero es nuestra casa y nos jugamos más que ellos, debemos salir con esa fuerza”.

Olivas tendrá la tarea de marcar a Luis Suárez, cuyo agónico gol selló la victoria 2-1 viniendo de atrás sobre Osasuna que mantuvo al Atlético en la cima y como dueño de su destino.

El Atlético echará de menos a Stefan Savic, su central con más actividad este curso, al tener que purgar una suspensión de un partido por acumulación de tarjetas. El uruguayo José María Giménez, de una temporada marcada por lesiones y un contagio de COVID-19, apunta para tomar su lugar.

Además de necesitar que Valladolid por lo menos le empate al Atlético, el Madrid tiene que ganarle a un Villarreal de buena temporada pero que tiene la mente en un partido mucho más trascendental.

El Villarreal se las verá con el Manchester United en la final de la Liga Europa el miércoles en Gdansk, Polania, saliendo en busca del primer gran título en la historia del club. Si vence al histórico club inglés, también se clasificará a la Liga de Campeones.

En la Liga española, el Villarreal marcha séptimo, con el que concursaría en la nueva Liga de la Conferencia de Europa.

Pero ganarle al Madrid le pondría en la zona de la Liga Europa. Real Sociedad y Real Betis buscarán adueñarse de esos boletos si acaba quinto y sexto con respectivas victorias ante Osasuna y Celta de Vigo

“El partido más importante siempre ha sido el siguiente", dijo el técnico del Villarreal Unai Emery. “La Liga nos ha marcado la regularidad y el principal objetivo, que es clasificarse para competiciones europeas la próxima temporada”.

El Barcelona dimitió de la lucha en la jornada anterior. Su partido en el estadio Ipurúa de Eibar podría marcar el final del ciclo de su entrenador y tal vez el de su jugador más grande de todos los tiempos.

Se rumorea que Koeman tiene los días contados tras el mal cierre de temporada del equipo, y con el presidente Joan Laporta prometiendo cambios profundos en las próximas semanas.

También podría ser la última presentación de Messi como azulgrana. El argentino de 33 años no ha dado pistas sobre sus planes cuando su contrato acabe el 30 de junio. Será el partido número 779 de Messi con la camiseta del conjunto catalán.

Lo que se juega el Barcelona se mantenerse tercero, con el Sevilla pudiendo adelantarles si vence al Alavés.

Y sería así que la esplendorosa sociedad de dos décadas entre Messi y Barcelona podría tener punto final en un pequeño estado en el País Vasco, con casi nada en juego y sin público que lo aliente.

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