Hinchas brasileños no están de humor para Copa América
La pandemia, el hecho de que Brasil no asumió la sede del certamen sino hasta último minuto, algunos encuentros deslucidos y el hecho de que la empresa televisiva más popular no esté transmitiendo la Copa América han incidido en el desinterés de los aficionados locales por el torneo
Los aficionados al fútbol en el lujoso club Piraquê de Río de Janeiro están ansiosos por reunirse de nuevo en el bar junto a la piscina para beber unas caipirinhas y mirar la forma en que los astros del fútbol disputan un trofeo de prestigio, en estadios con miles de espectadores.
Aunque la Copa América se lleva a cabo en su ciudad, los lugareños parecen más interesados por el partido que disputarán este martes Italia y España para determinar quién llega a la final de la Eurocopa.
Brasil y Perú disputaban el lunes la semifinal de la Copa América, pero los aficionados locales no se han mostrado tan atraídos como siempre por el torneo.
La pandemia, el hecho de que Brasil no asumió la sede del certamen sino hasta último minuto, algunos encuentros deslucidos y el hecho de que la empresa televisiva más popular no esté transmitiendo la Copa América han incidido en este desinterés.
“La Copa América nunca es muy divertida, pero ahora menos”, sentenció Thomas Castro, quien hacía planes para reunirse con algunos amigos para ver el cotejo del martes en la Euro 2020. “Mi mamá no se habría enterado nunca de que se está jugando la Copa América si yo no se lo digo. Miro a Brasil en casa, pero no hay el ambiente que uno ve en Europa, con los aficionados y todo eso”.
Pocos cariocas están apegándose estrictamente a las recomendaciones de distanciamiento social, pero eso no significa que estén dispuestos a salir de casa para mirar los partidos de la Copa América en algún otro lugar.
En las calles alrededor del Estádio Nilton Santos, era apenas posible adivinar los momentos en que ha albergado siete partidos de la Copa América. Los pocos puestos de comida atraen sólo a periodistas, empleados de la copa y algunos vecinos que jugaban cerca de las puertas del estadio vacío.
“He ganado poco dinero, lo que ha ocurrido siempre durante la pandemia”, contó Celso David, quien operaba un puesto de hamburguesas frente al estadio. “Este evento no es muy diferente a otros que se han hecho recientemente. En 2019, cuando Brasil fue sede de la Copa, estuvo un poco mejor. Vinieron más personas de otros países y turistas brasileños”.
Brasil accedió a albergar de emergencia el torneo luego que Argentina y Colombia quedaron descartadas como sedes. No se permiten espectadores en los estadios pese a la insistencia del presidente Jair Bolsonaro quien ha criticado las medidas de confinamiento.
Tampoco habrá público en la final del sábado en el Maracaná.
Muchas restricciones siguen en pie en Río y en las otras tres ciudades donde se ha realizado el torneo —Brasilia, Cuiabá y Goiania. Pero el mayor obstáculo para esta Copa América en Brasil ha sido la prohibición de aficionados en los graderíos.
Incapaces de acudir a los partidos, tampoco se han inclinado mucho por mirarlos en el televisor.
“¿Todavía sigue?”, preguntó María Cristina Teli, un ama de casa. “Veo algunas veces el campeonato brasileño, pero en esta Copa América... no he visto partidos esta vez. ¿Brasil va a jugar con Argentina en algún momento?”.
TV Globo, la cadena dominante de Brasil, está difundiendo algunos partidos de la Euro en vez de la Copa América, que se difunde en el tercer canal abierto más popular, SBT, así como mediante cable, en ESPN Brasil.
Los niveles de audiencia del fútbol en SBT suelen ser un tercio de los que alcanza Globo. Y la tendencia se ha mantenido esta vez.
Los bares en las áreas turísticas de Río sintonizan los partidos de la Copa América. Y, desde mayo, las autoridades de salud les permiten abrir hasta tarde si hay una separación de por lo menos dos metros entre una mesa y otra.
Pero hasta ahora, ningún partido ha generado el interés suficiente para atraer a muchos comensales. Los bares que sí lucen repletos en Río, particularmente en el elegante vecindario de Leblon, no tienen televisores y reciben más bien a jóvenes ansiosos por coquetear.
Los organizadores esperan que parte de este ánimo cambie si a la final llegan el Brasil de Neymar y la Argentina de Lionel Messi. Pero incluso eso está por verse.
“Sí, si jugamos con Argentina, definitivamente lo veré”, dijo Teli. “¿Qué canal lo va a pasar?”.