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Fútbol femenino avanza poco a poco en el Medio Oriente

El fútbol femenil ha sido olvidado en el Medio Oriente, una región que ama al fútbol masculino y recibirá por su primera Copa Mundial este mes en Qatar

Lee Keath,Omar Akour
Miércoles, 02 de noviembre de 2022 15:17 EDT

Sarah Asimrin aún lo escucha de sus tíos: “Eres una niña, no está bien”. Pero recientemente Asimrin, de 13 años estuvo en el campo de su club de fútbol en Jordania entrenando junto a niñas y niños.

“Me enamoré del juego debido a la acción. Lo amo mucho, más que otros deportes”, aseguró Asimrin.

Su hermana pequeña, Aya, también juega al fútbol y a pesar de la reticencia de algunos tíos, la familia las apoya. Es más, su padre es entrenador en una academia privada en la capital Amman.

El fútbol femenil ha quedado en el olvido en el Medio Oriente, una región que ama al fútbol masculino y recibirá su primera Copa Mundial este mes en Qatar. El juego femenino se ha visto impedido por la falta de financiación y la actitud conservadora que dice que las niñas no deben jugar o que los uniformes son muy reveladores.

Pero en algunos lugares hay inercia y su crecimiento depende de la promoción activa de los gobiernos.

Jordania ha sido líder, con una de las selecciones más exitosas en la región y una red de ligas juveniles y escolares.

Otros han comenzado a avanzar. El mes pasado se llevó a cabo el primer duelo femenil de la Liga Premier en Arabia Saudí, país en el que permitieron apenas a las mujeres asistir a un partido en el 2017.

Nuevos torneos le han dado la oportunidad a los equipos femeninos de competir de manera internacional y sus partidarios esperan que anime a la creación de más equipos.

Las Asociaciones de Asia y del Oeste de Asia llevaron a cabo el primer campeonato de clubes femeninos en el 2019.

Masar Athamneh, de 20 años e integrante del equipo femenino del Orthodox Club de Amman, dice que ha jugado desde que tiene 12 o 13 años. Solía juntarse con su hermano y los chicos en el campo del vecindario para ver las ligas europeas en televisión.

Espera que algún día disputar encuentros internacionales con la selección de Jordania.

“A veces enfrentamos algunas dificultades, por supuesto, como: ‘Este deporte es sólo para niños u hombres’, ‘¿Por qué utilizas pantalones cortos?' y así. Es un gran problema que enfrentamos”, dijo. “Pero creo que con el tiempo ha mejorado”.

En lugares en los que la política y la oposición social se cruzan, las entusiastas niñas han encontrado la manera. Por ejemplo, aunque el fútbol femenino está relativamente activo entre palestinas en Cisjordania, prácticamente no existe en Gaza.

El retroceso más trágico fue en Afganistán. Cuando el Talibán retomó el poder hace poco más de un año aplastaron la naciente escena del fútbol femenino.

Cientos de atletas huyeron. Quienes se quedaron vieron su vida sofocada por la prohibición de los talibanes al deporte femenino, que niñas adolescentes vayan a la escuela y la restricción de movimiento de las mujeres en público.

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