Fallece la activista Dorli Rainey a los 95 años
Dorli Rainey, quien se describía como una “vieja dama en botas de combate” y se convirtió en un símbolo del movimiento de protestas Occupy debido a una fotografía que le tomaron después de que la policía de Seattle le rociara aerosol irritante, ha fallecido
Dorli Rainey, quien se describía como una “vieja dama en botas de combate” y se convirtió en un símbolo del movimiento de protestas Occupy debido a una fotografía que le tomaron después que la policía de Seattle le roció gas lacrimógeno, ha fallecido. Tenía 95 años.
La veterana activista política murió el 12 de agosto, según el Seattle Times. Su hija, Gabriele Rainey, dijo al periódico que su madre era “muy activa porque amaba a este país y quería tener la certeza de que esta nación fuera buena para su pueblo”.
Durante décadas, Rainey formó parte de un movimiento progresista local, participó en protestas a favor de la justicia racial, la vivienda y el transporte público asequibles, y contra la guerra, las armas nucleares y los grandes bancos.
En noviembre de 2011, en los primeros días del movimiento Occupy Wall Street (Ocupen Wall Street), Rainey, entonces de 84 años, se sumó a los manifestantes que bloqueaban las intersecciones en el centro de la ciudad. Fue una de las personas afectadas cuando la policía de Seattle utilizó aerosol irritante para dispersar a la multitud.
Sus compañeros manifestantes vaciaron leche en su cara para disminuirle la irritación y el fotógrafo Joshua Trujillo, de seattlepi.com, tomó una sorprendente imagen de ella con una mirada desafiante hacia la cámara, ojos enrojecidos y leche escurriéndole por la cara.
La fotografía se volvió un símbolo a nivel mundial a favor del movimiento de protesta. The Washington Post, The Atlantic, The Associated Press y The Guardian le dedicaron artículos.
“Es una foto espantosa”, dijo ella a la AP. “Mi verdadera apariencia no es así de fea”.
El entonces alcalde, Mike McGinn, se disculpó y ordenó que se revisara el incidente. Rainey regresó a las protestas un par de días después.
“Dorli es legendaria y muy merecidamente por su activismo”, dijo Mcginn el viernes. “Era omnipresente, una conciencia, una voz a favor del cambio, y yo la respetaba muchísimo”.