Evo Morales encabeza multitudinaria marcha a favor de Arce
Tras siete días de caminata, una multitudinaria marcha promovida y encabezada por el expresidente Evo Morales ingresa a La Paz en apoyo al gobierno del presidente Luis Arce, quien se une a la columna de marchistas
Una multitudinaria marcha promovida y encabezada por el expresidente boliviano Evo Morales ingresó el lunes a La Paz tras siete días de caminata en respaldo al presidente izquierdista Luis Arce quien a un año de haber asumido el poder pasa por un mal momento tras duras protestas opositoras.
Arce encabezó la columna en una mañana fría y lluviosa y caminó junto a Morales (2006-2019) desde los suburbios de esta capital. La oposición ha denunciado que los funcionarios públicos reforzaron la manifestación.
La multitud ingreso apretujada y sin barbijos en momentos en que el país enfrenta una nueva arremetida del COVID-19 con nuevos picos de contagios, 19.161 fallecidos y una vacunación estancada en el 54% de la población objetivo. “Vamos a llevar a La Paz a un crecimiento inusitado de contagios”, dijo el exministro de Salud, Aníbal Cruz.
La marcha partió la semana pasada con no más de 4.500 personas, pero otros miles de unieron el lunes formando una columna de varios kilómetros al ingreso a la ciudad, que quedó colapsada. Los embajadores de Argentina y de Nicaragua se solidarizaron con la manifestación y acompañaron la caminata por unos kilómetros en días pasados.
“Aquí está tu pueblo, hermano Lucho, aquí está el pueblo que te va a defender”, le dijo Morales a Arce en el mitin tras la marcha. “Que no nos provoquen (los opositores). Ésta es una marcha por nuestra revolución democrática y cultural, para que lo dejen gobernar a nuestro hermano".
Denominada “marcha por la democracia”, sus promotores han denunciado supuestos aprestos de la oposición para desestabilizar al gobierno. La marcha oficialista busca demostrar fuerza y unidad tras las protestas antigubernamentales de hace dos semanas que obligaron al mandatario a derogar leyes cuestionadas.
Durante más de dos semanas, vendedores ambulantes, transportistas y pequeños comerciantes protagonizaron protestas en todo el país en contra de una polémica ley contra ganancias ilícitas. La norma fue aprobada en agosto e imponía fuertes controles para evitar que dinero ilícito se infiltre en el mercado legal y permite la intervención de la justicia a sola denuncia. Los sectores informales consideraron que atenta contra “el patrimonio de las personas” y es “confiscatoria”. Después de las protestas, Arce la anuló.
“Esta marcha es organizada por Morales porque quiere volver a la palestra política. Está buscando su rehabilitación, no es a favor de Arce”, dijo el diputado opositor Luis Alberto Astorga. Otros dirigentes opositores han pedido al gobierno “concentrarse en los problemas” del país y dejar de fomentar manifestaciones que están polarizando al país.
Morales es presidente del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) -que controla la mayoría del Legislativo- y se mantiene activo en política, lo que ha llevado a los opositores a acusarlo de influir en el gobierno de Arce.
Tras 14 años en el poder, el político de 62 años y primer presidente indígena del país renunció en medio de una estallido social en noviembre de 2019 tras unas elecciones denunciadas de fraudulentas en las que buscaba un cuarto mandato.
A su regreso al país, retomó el mayor sindicato cocalero de Bolivia y ha denunciado que fue víctima de un golpe de Estado. Más de medio centenar de políticos, militares y policías son procesados y están presos, entre ellos, la expresidenta interina que sustituyó a Morales, Jeanine Áñez procesada por sedición, terrorismo y conspiración. Opositores y organizaciones defensoras de los derechos humanos denunciaron una persecución judicial.