Eurodiputados aprueban el acuerdo comercial con Gran Bretaña
Los parlamentarios europeos ratifican el acuerdo comercial postBrexit entre la Unión Europea y Gran Bretaña, casi cinco años después de que Gran Bretaña decidiera abandonar el bloque
Los parlamentarios europeos ratificaron el miércoles el acuerdo comercial postBrexit entre la Unión Europea y Gran Bretaña casi cinco años después de que Gran Bretaña decidiera abandonar el bloque.
El acuerdo, que se completó en Nochebuena ya había sido refrendado por el Parlamento Británico y entró en vigencia pendiente de la aprobación del Parlamento Europeo, el último trámite legal.
Los eurodiputados votaron a favor el martes, aunque los resultados no se anunciaron hasta el miércoles por la mañana.
Gran Bretaña se unió al bloque en 1973.
En un debate antes de la votación, muchos legisladores lamentaron la salida británica pero insistieron en que ratificar el texto era la mejor opción para evitar sobresaltos económicos y garantizar la integridad del mercado único europeo.
En medio de tensiones entre Londres y Bruselas por las reglas comerciales que afectan a Irlanda del Norte la cámara europea también dijo que el pacto daría herramientas legales adicionales para “impedir y proteger contra divergencias unilaterales de las obligaciones firmadas por ambas partes”.
La Unión Europea acusó este año a Gran Bretaña de incumplir el derecho internacional, después de que el gobierno británico ampliara de forma unilateral hasta octubre un periodo de gracia en el que no se harían controles de mercancías entre Irlanda del Norte y el resto de Reino Unido. Eso llevó a la UE a emprender acciones legales contra su antiguo miembro.
Irlanda del Norte forma parte del Reino Unido, pero se quedó dentro del mercado único de la UE después del Brexit para evitar los controles aduaneros en la frontera del territorio con Irlanda, miembro de la UE. Mantener abierta la frontera irlandesa forma parte del proceso de paz que puso fin a décadas de violencia religiosa en Irlanda del Norte.
Pero las tensiones y la violencia han crecido en las últimas semanas. Los unionistas, partidarios de que Irlanda del Norte siga formando parte de Reino Unido, afirman que el acuerdo del gobierno británico y la UE supone introducir una frontera entre el territorio y el resto de Reino Unido.
La complejidad de la situación en Irlanda del Norte también se hizo evidente en septiembre, cuando el Parlamento británico consideró una propuesta de ley que habría dado al gobierno del primer ministro, Boris Johnson, el poder de derogar partes del acuerdo de salida de la UE referentes a la región.
La tensión se agravó en enero cuando la UE amenazó con vetar los envíos de vacunas de coronavirus a Irlanda del Norte dentro de los esfuerzos por asegurar los suministros en el bloque. Eso habría trazado una frontera “dura” en la isla de Irlanda, exactamente el escenario que trataba de evitar el acuerdo de Brexit.
Las relaciones entre la UE y Gran Bretaña han sido difíciles desde que terminó el periodo de transición del Brexit el 1 de enero. Ambas partes han chocado este año por motivos como los suministros de vacunas contra el COVID-19 o el reconocimiento diplomático pleno de la UE en Gran Bretaña.