España y Portugal son “isla energética” en la crisis europea
España y Portugal afloran como “isla energética” en la crisis europea, al tener una dependencia relativamente baja del gas natural ruso
En medio del caos provocado en el mercado mundial de la energía por la invasión rusa a Ucrania, España y Portugal han aflorado en una posición estratégicamente ventajosa, una “isla energética” en Europa, al tener una dependencia relativamente baja del gas natural ruso.
España y Portugal —naciones líderes en energía renovable gracias a su infraestructura de energía solar, eólica e hidráulica— ahora están preparados para cosechar los beneficios de las inversiones a largo plazo en gas natural licuado o GNL.
Con seis plantas de GNL en España —incluida la más grande de Europa, en Barcelona— y una en Portugal, los vecinos ibéricos representan un tercio de la capacidad de procesamiento de GNL de Europa. Las terminales portuarias convierten los barcos llenos de GNL en gas que luego fluye hacia hogares y empresas.
“Evidentemente, tenemos este tipo de infraestructura en nuestro sistema gasista, que aporta flexibilidad y refuerza la garantía de suministro de nuestro sistema (en comparación) con otros sistemas de otros países europeos que tienen una dependencia total de infraestructuras físicas de conexiones por gasoducto”, afirmó Claudio Rodríguez, vocero de Enagás, la compañía que administra la red de transporte de gas natural en España.
Rodríguez habló el martes durante un recorrido fuera de lo común por los enormes depósitos cilíndricos en la planta de GNL en el puerto de Barcelona.
España y Portugal se preparan para recibir más importaciones de gas, junto con el resto de Europa, después de que Estados Unidos anunciara la semana pasada que ayudaría a sus aliados a reducir su dependencia del gas ruso.
Estados Unidos dijo que impulsará las exportaciones de GNL a Europa en 15.000 millones de metros cúbicos este año, con envíos aún mayores en el futuro. Estados Unidos ya superó a Argelia como la principal fuente de gas natural de España a principios de año.
España parecía estar en una posición vulnerable el año pasado después de que Argelia cerró un gasoducto que atraviesa Marruecos, en medio de una disputa con el país del norte de África. Madrid envió diplomáticos para obtener garantías de Argelia de que enviaría GNL. Ahora, la guerra de Rusia en Ucrania ha puesto a España en una posición envidiable.
La guerra ha vuelto la dependencia europea del gas ruso en una carga estratégica crítica. Apurados por hallar alternativas, los líderes de la Unión Europea quieren acelerar sus metas de medio y largo plazo para cambiar aún más hacia las energías renovables, mientras encuentran fuentes alternativas de gas natural. Rusia ha mantenido el flujo de gas por ahora, pero cerró los grifos anteriormente durante disputas con Ucrania y Bielorrusia.
___
Aritz Parra contribuyó a este despacho desde Madrid.