Embalse Flaming Gorge de Wyoming ve cómo bajan sus aguas
Paraíso para los amantes de la pesca y la navegación, la frontera entre Wyoming y Utah empieza a sentir los efectos de dos décadas de sequías y el embalse Flaming George toma medidas, aunque no ha perdido tanta agua como los de los lagos Mead y Powell, en las vecinas Arizona y Utah
A Tony Valdez no le preocupaba el nivel de las aguas cuando compró el embarcadero Buckboard Marina hace tres años. Pero eso ha cambiado.
El nivel de las aguas del embalse Flaming Gorge baja a paso acelerado y este año ya tuvo que dragar tres metros (diez pies) para que las embarcaciones puedan seguir usando la marina. Y ahora que Flaming Gorge abastecerá de agua a la región en medio de una emergencia, Valdez teme que el nivel de las aguas siga bajando.
“Es nuestro recurso natural, y se nos está yendo”, se lamentó. “El agua es el bien más precioso que tenemos”.
Una sequía que ya lleva 20 años se hace sentir con creciente fuerza en la cuenca del río Colorado y siete estados occidentales pujan por su agua en el marco de un acuerdo sellado hace 100 años. Este paraíso de pescadores y amantes de la navegación en la frontera entre Utah y Wyoming está en el medio de esa batalla.
Nadie discute la raíz del problema: El acuerdo fue firmado en una época en la que las temperaturas no eran tan altas, había más agua y anticipando un nivel de lluvias que ya no se da, en parte por el cambio climático.
Empresarios como Valdez se están dando cuenta de que las actividades recreativas son tan solo uno de varios componentes del problema y que la creciente demanda en los estados más poblados del sur (California, Nevada y Arizona) choca con la disponibilidad de agua cada vez menor en los estados agrícolas río arriba: (Utah, Colorado, Nuevo México y Wyoming).
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NOTA DE REDACCIÓN: Esta nota es parte de una serie sobre el 100mo aniversario del histórico “Colorado Compact”, un acuerdo de 1922 que regula el uso de las aguas del río Colorado. La serie es una colaboración entre la Associated Press, The Colorado Sun, The Albuquerque Journal, The Salt Lake Tribune, The Arizona Daily Star y The Nevada Independent, en la que se explora las presiones ejercidas sobre el río en el 2022.
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Granjeros, ganaderos, empresarios, industrias, municipalidades y el gobierno se disputan el agua y nadie sabe en qué va a terminar esto.
“Es un tema muy complejo. Hoy por hoy cada uno tira para su lado”, expresó Kyle Roerink, director de la red Great Basin Water Network, un grupo que promueve la conservación de los recursos.
En agosto, la comisionada (directora) de la Oficina de Manejo de Aguas (Bureau of Reclamation) Camille Touton permitió que los estados río arriba sigan trabajando juntos en la planificación de medidas que pongan énfasis en la conservación voluntaria del agua.
El encargado del manejo del agua de Wyoming Brandon Gebhart dijo que eso es lo que siempre promovió su estado, al tiempo que expresó alarma por el nivel cada vez más bajo de las aguas de Flaming Gorge.
Alimentado por el río Green y rodeado de espectaculares acantilados y un desierto lleno de malezas, Flaming Gorge es de lejos el embalse más grande de la Cuenca Alta.
Construido en la década de 1960 para almacenar y controlar el agua del río Green, que desemboca en el Colorado al sudeste de Utah, Flaming Gorge es el tercer embalse más grande del sistema del río Colorado. Actualmente está al 75% de su capacidad, comparado con apenas el 25% del Mead y el Powell, los dos embalses más grandes río abajo.
Abunda en sus aguas la trucha y es muy apetecido por los dueños de embarcaciones, que buscan ensenadas solitarias donde sus ocupantes pueden bañarse.
Pero deben pensarlo dos veces antes de zambullirse donde lo hacían hace algunos años. La profundidad ya no es la misma.
En abril la Oficina de Manejo de Aguas anunció que dejaría que el nivel de las aguas de Flamning Gorge bajase 4,6 metros (15 pies) para garantizar que la Presa Glen Canyon, en el norte de Arizona, siga generando electricidad 725 kilómetros (450 millas) más abajo.
Las aguas bajaron 1,8 metros (seis pies) respecto al año pasado y 3,7 metros (12 pies) en relación con el 2020, llegando a niveles que no se veían desde el 2005.
Wyoming usa solo el 60% del agua que le corresponde, según el acuerdo de 1922. La gran mayoría riega pasturas y cultivos de alfalfa para el ganado.
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El fotógrafo Rick Bowmer colaboró en este despacho.
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Mead Gruver está en https://twitter.com/meadgruver
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La Associated Press recibe apoyo de la Fundación de la Familia Walton para la cobertura de noticias sobre el agua y el medio ambiente. La AP es la única responsable del contenido.