El papa abandona Grecia con un mensaje a los jóvenes
El papa Francisco pone fin a su visita a Grecia instando a los jóvenes a seguir sus sueños y no verse tentados por las “sirenas” del consumismo actual que prometen placeres fáciles
El papa Francisco puso fin el lunes a su visita a Grecia instando a los jóvenes a perseguir sus sueños y no verse tentados por las “sirenas” del consumismo actual que prometen placeres fáciles.
Francisco se reunió con estudiantes en una escuela católica en Atenas en su última cita en una visita de cinco días a Chipre y Grecia. La gira se vio dominada por su preocupación por las penurias que sufren los migrantes que tratan de llegar a Europa
Francisco retomó un tema que ha tratado otras veces con jóvenes al instarles a mantenerse fieles a su fe, incluso cuando duden, y a resistir la tentación de perseguir metas materialistas. Citó la Odisea de Homero y la tentación que planteaban las sirenas que “con sus canciones hechizaban a los marineros y les hacían estrellarse contra las rocas”.
“Las sirenas de hoy quieren hechizaros con mensajes seductores e insistentes que se centran en ganancias fáciles, en las necesidades falsas del consumismo, el culto al bienestar físico, del entretenimiento a toda costa”, dijo. “Todo esto son como fuegos artificiales: brillan por un momento, pero después se convierten en humo”.
Entre los estudiantes que saludaron al papa había dos alumnos inmigrantes. Uno de ellos era Aboud Gabro, un refugiado sirio de 18 años que habló al papa sobre cómo su familia huyó de Alepo en 2014 después de que una bomba explotara en su casa. Finalmente llegaron a Grecia tras una peligrosa travesía en barco desde Turquía
“Fue duro estar en una roca sin agua ni comida, esperando a que amaneciera y un barco guardacostas viniera a salvarnos”, dijo Gabro.
Francisco escuchó su historia, “una auténtica odisea moderna”, y dio gracias porque él y su familia hubieran llegado a salvo tras “tantos rechazos y un millar de dificultades, desembarcaron en este país”. Pero sugirió que la historia también contenía un sentido de aventura y de personas que siguen sus sueños.
“El sentido de la vida no se encuentra quedándose en la playa esperando a que el viento traiga algo nuevo. La salvación está en el mar abierto, en izar las velas, en la búsqueda, en la lucha por los sueños, sueños de verdad, los que tenemos con los ojos abiertos, los que implican esfuerzo, lucha, vientos de proa, tormentas repentinas”, dijo. “De modo que no se vean paralizados por el miedo, ¡sueñen a lo grande! ¡Y sueñen juntos!”.
Francisco regresó al Vaticano con algunas citas prenavideñas importantes en la agenda: una reunión con miembros de una comisión francesa que investigó abusos sexuales en la Iglesia católica francesa, una reunión prevista con indígenas canadienses que piden una disculpa del papa por los abusos en escuelas residenciales de gestión católica, y el propio cumpleaños de Francisco, que cumple 85 años el 17 de diciembre.