El mítico Budokan vuelve ser el foco del judo olímpico
El Nippon Budokan está enclavado en una apacible zona verde en el corazón de Tokio
El Nippon Budokan está enclavado en una apacible zona verde en el corazón de Tokio
Todo el que visita la arena admira primero la elegante arquitectura de su diseño, con forma de un templo budista y acaba absorto por el aire reverencial que irradia. Ahí es donde una cantidad infinita de campeones de las artes marciales han sido coronados desde su inauguración en 1964, con el primer torneo olímpico de judo.
El Budokan sencillamente se siente como un sitio especial, incluso para quienes no están al tanto de la excepcional historia de eventos deportivos y musicales escenificados bajo su majestuoso techo que evoca al Monte Fiji.
Aunque no se permitirá la presencia de espectadores cuando el Budokan reciba al judo y el debut olímpico del karate en los segundos Juegos de Tokio, el significado es enorme para el Estadio de Artes Marciales — la traducción literal de su nombre.
“Aquí es donde todo comenzó”, comentó Neil Adams, un judoka británico ganador de dos medallas olímpicas de plata y que compitió en el Budokan en 1978. “El Budokan reúne todas las virtudes de lo que significa nuestro deporte en Japón y más allá".
Considerado como el hogar espiritual de las artes marciales modernas, el Budokan se ha convertido en el santuario de los máximos logros del deporte japonés — particularmente en el judo, la disciplina que surgió en el país y con un enorme arraigo.
También ha sido escenario de eventos deportivos de dudosa pureza, como la absurda pelea Muhammad Ali disputó contra el luchador profesional japonés Antonio Inoki en junio 1976 con reglas especiales que ahora son consideradas como precursoras de las artes marciales mixtas.
El Budokan también ha sido escenario de conciertos musicales, recibiendo a casi todos los grandes talentos de los últimos 50 años.
Los Beatles fueron la primera banda de rock que se presentó ahí en 1966, para cinco memorables recitales. Iconos de la música, de Bob Dylan y ABBA a Frank Sinatra y Led Zeppelin se han presentado en la arena. Dylan, Cheap Trick, Ozzy Osbourne y Blur sobresalen entre los numerosos artistas que han grabados discos en vivo debido a su combinación de excelente acústica y el comportamiento entusiasta y respetuoso de los japoneses.
Este fin de semana, el Budokan será donde los japoneses puedan empezar a sentirse mejor por el atribulado proceso de recibir estos Juegos Olímpicos, remecidos por escándalos y esencialmente irreconocibles por la pandemia de coronavirus al prohibirse la presencia de público.
Pero casi 57 años después que el Budokan fue sede del debut olímpico del deporte, las gradas vacías reciben al deporte concebido en Japón. El escenario complace en especial a los tradicionalistas como Adams: el tatami del Budokan fue instalado en una plataforma levantada, al igual que en 1964.
Naohisa Takato (60 kg, hombres) y Funa Tonaki (48 kg, mujeres) tendrán como visión entusiasmar a sus compatriotas conquistando las primeras medallas de oro del país en estos Juegos. La prensa japonesa se ha enfocado en particular con sus judokas que competirán en el primer día, resaltando que un par de oros podrían alterar la marcada ambivalencia del público.