EEUU: Grupos demandan para proteger al salmón del Atlántico
Un conjunto de organizaciones ecologistas presentan unos documentos judiciales para tratar de suspender las operaciones en unas presas de Maine con el objetivo de proteger a los salmones
Un conjunto de organizaciones ecologistas presentó documentos judiciales el jueves para tratar de suspender las operaciones de diversas represas de Maine con el objetivo de proteger al salmón.
Los salmones del Atlántico están enlistados como una especie en peligro por el gobierno federal. Solían nadar río arriba y desovar en casi todos los ríos al norte del río Hudson, pero ahora sólo vuelven a Maine. Los grupos ecologistas quieren que un juez suspenda o restrinja las operaciones en cuatro presas del bajo río Kennebec para ayudar a los peces.
La compañía Brookfield Renewable es dueña de las presas. Es una subsidiaria de una empresa canadiense más grande que es propietaria de muchas de las presas del estado.
Los grupos señalaron en un comunicado que las represas “crean una barrera impenetrable que impide que los salmones del Atlántico viajen del Golfo de Maine al principal hábitat de desove en el río Sandy”.
La acción judicial forma parte de una batalla legal en curso sobre el destino de las presas. El mes pasado, Brookfield demandó a las agencias del estado de Maine con una denuncia de que las agencias actuaron de forma incorrecta al redactar las políticas de paso de los peces.
El documento judicial de las organizaciones ecologistas “sólo puede servir para demorar procesos regulatorios existentes y la implementación de soluciones para el paso de los peces”, señaló Miranda Kessel, portavoz de Brookfield.
Las organizaciones quieren que el juez suspenda o limite las operaciones en tres de las cuatro presas para facilitar el paso seguro de los salmones durante dos periodos. Uno va del 15 de octubre al 31 de diciembre, cuando los salmones adultos migran río abajo tras desovar. El otro transcurre del 1 de abril al 30 de junio, cuando los salmones jóvenes migran río abajo. En una cuarta presa, la organización quiere que la compañía facilite todas las opciones para que los salmones puedan pasar con seguridad.
Por otra parte, grupos de pesca y ecologistas se unieron el jueves al estado de Oregon, a la tribu Nez Oercé y al gobierno del presidente Joe Biden para buscar una pausa en el litigio que impugna el plan federal más reciente —emitido por el gobierno del expresidente Donald Trump a finales de 2020— para las operaciones hidroeléctricas en los ríos Snake y Columbia con el fin proteger las migraciones de salmones.
También pidieron una orden judicial inmediata para incrementar el flujo de agua a través de las presas para ayudar a los salmones a llegar al océano.
Si el tribunal federal de Portland Oregon, concede la suspensión, todas las partes usarán el tiempo para desarrollar una solución integral que podría resolver décadas de litigios.
La mayoría del salmón que se vende en las tiendas proviene de granjas acuícolas, pero todas las especies de salmón silvestre están en peligro de extinción en las costas de Estados Unidos.