EEUU: Cientos de miles de ucranianos obligados a ir a Rusia
EEUU dice que tiene pruebas de que “cientos de miles” de ciudadanos ucranianos han sido interrogados, detenidos y deportados por la fuerza a Rusia
Estados Unidos afirmó el miércoles que tiene pruebas de que “cientos de miles” de ciudadanos ucranianos han sido interrogados, detenidos y deportados por la fuerza a Rusia.
Rusia refutó inmediatamente la acusación, a la que calificó de “fantasía”, y añadió que era la invención más reciente de una campaña de desinformación por parte de Occidente.
La acusación se produjo durante una reunión del Consejo de Seguridad convocada por Estados Unidos y Albania para discutir las “operaciones de filtración” de Rusia.
Tales operaciones implican que los ucranianos que huyen voluntariamente de la guerra en su país y los que son trasladados a la fuerza a Rusia pasan por una serie de “filtros” en los que el trato va supuestamente desde los interrogatorios, la recogida de datos y las revisiones al desnudo, hasta ser apartados, torturados, enviados a un centro de detención en Rusia y nunca más vistos.
La embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield dijo que las estimaciones de diversas fuentes, incluido el gobierno ruso, indican que las autoridades rusas han interrogado, detenido y deportado por la fuerza a entre 900.000 y 1,6 millones de ucranianos. Dijo que son enviados a Rusia, a menudo a regiones aisladas en su extremo oriental.
“Estas operaciones tienen como objetivo identificar a los individuos que Rusia considera insuficientemente obedientes o compatibles con su control”, señaló Thomas-Greenfield. “Y cada vez hay más pruebas creíbles de que los que se consideran una amenaza para el control ruso por sus supuestas inclinaciones proucranianas son ‘desaparecidos’ o detenidos".
La presidencia rusa no sólo coordina las operaciones de filtración, sino que proporciona listas de ucranianos que serán objeto de filtración, añadió.
Aseveró que las estimaciones indican que miles de niños han sido objeto de filtración, “algunos separados de sus familias y sacados de los orfanatos antes de ser puestos en adopción en Rusia”. Según la información de Estados Unidos, “más de 1.800 niños fueron trasladados de las zonas de Ucrania controladas por los rusos a Rusia” tan sólo en julio, señaló.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, acusó a los países de Occidente de intentar desprestigiar a su país.
Dijo que más de 3,7 millones de ucranianos, incluidos 600.000 niños, se han ido a Rusia o a las zonas separatistas controladas por Rusia en el este de Ucrania, pero que “no se les mantiene en prisiones”.
“Están viviendo libre y voluntariamente en Rusia, y nadie les impide desplazarse ni les impide salir del país”, puntualizó.
Nebenzia dijo que esos ucranianos pasaron por “un procedimiento de registro y no de filtración”, similar al de los refugiados ucranianos en Polonia y otros países de la Unión Europea.
Añadió que dado que “hemos perdido el tiempo hablando de las últimas conjeturas y fantasías” el miércoles, Rusia propone que el Consejo de Seguridad celebre una reunión el jueves “sobre las amenazas reales a la paz y la seguridad internacionales causadas por el suministro de armas y bienes militares a Ucrania por parte de Estados extranjeros”.
El embajador francés Nicolas de Riviere, actual presidente del Consejo de Seguridad, programó la reunión para el jueves por la tarde.
Será la tercera reunión consecutiva del Consejo de Seguridad sobre Ucrania. El martes, el consejo celebró una reunión a petición de Rusia para conocer la situación de la central nuclear de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania. Ucrania y Rusia se han acusado mutuamente de atacar la instalación y plantear la amenaza de una posible catástrofe nuclear.
Thomas-Greenfield dijo que Estados Unidos sabía que Rusia negaría el uso de la filtración, “pero hay una forma sencilla de saber si algo de esto es cierto”.
“Dejen entrar a las Naciones Unidas”, dijo a Nebenzia y a otros miembros del Consejo. “Denle acceso a los observadores independientes. Den acceso a las ONG. Permitan el acceso de la ayuda humanitaria. Dejen que el mundo vea lo que está pasando”.
La directora política de la ONU, Rosemary DiCarlo, pidió que se investigaran las “extremadamente preocupantes” y persistentes denuncias “de desplazamientos forzados, deportaciones y los llamados ‘campos de filtración’ dirigidos por la Federación Rusa y las fuerzas locales afiliadas”.