Decenas de heridos por enfrentamientos en Jerusalén

La policía israelí antimotines disparó el lunes granadas aturdidoras, balas de goma y chorros de aguas para dispersar a los palestinos que lanzaban piedras en una puerta de la Ciudad Vieja de Jerusalén, un punto de conflicto frecuente.

Paramédicos palestinos dijeron que 33 palestinos resultaron heridos, entre ellos una niña de 11 años que fue alcanzada por una granada aturdidora en la cara. La policía detuvo a 20 palestinos y dijo que cuatro agentes también resultaron heridos.

El enfrentamiento estalló en la Puerta de Damasco cuando una gran multitud atravesaba el arco hacia el recinto de la mezquita de Al Aqsa, el tercer santuario más sagrado del islam.

Los fieles celebraban lo que, según los creyentes musulmanes, es la ascensión del profeta Mahoma al cielo.

No está claro qué provocó los enfrentamientos del lunes.

Los alrededores de la Puerta de Damasco han sido escenario de enfrentamientos con anterioridad, incluso apenas el año pasado, durante el mes sagrado del ramadán, cuando los musulmanes devotos ayunan desde el amanecer hasta el anochecer.

En aquel momento, la policía impidió que los palestinos se reunieran en la Puerta de Damasco tras romper su ayuno diario, como era habitual. A partir de entonces, se produjeron enfrentamientos nocturnos, y las tensiones se extendieron rápidamente hasta desencadenar una guerra que duró dos semanas entre Israel y Hamas, que gobierna la Franja de Gaza.

Este año, el ramadán, época de mayor fervor religioso, comenzará a principios de abril.

Según los funcionarios religiosos musulmanes que administran la zona de la mezquita de Al Aqsa, unos 90.000 fieles asistieron a la festividad del lunes. La explanada elevada es venerada por los judíos como el Monte del Templo, lugar de su templo bíblico. El Muro Occidental, conocido como Muro de los Lamentos, es el lugar más sagrado del recinto, donde los judíos pueden orar.

La Ciudad Vieja se encuentra en el este de Jerusalén, que fue capturada por Israel en la guerra de 1967, junto con Cisjordania. Unos 700.000 colonos israelíes viven en asentamientos en ambas zonas.