Corte de los Jemeres Rojos cierra tras 16 años y 3 condenas
La corte de Camboya respaldada por Naciones Unidas para juzgar a los Jemeres Rojos rechaza la apelación de condena de genocidio del último líder sobreviviente del grupo comunista, en la que se espera sea la última sesión de la corte especial
La corte de Camboya respaldada por Naciones Unidas para juzgar a los Jemeres Rojos rechazó el jueves la apelación de condena de genocidio del último líder sobreviviente del grupo comunista, en la que se esperaba fuera la última sesión de la corte especial.
La histórica corte internacional respondió a una apelación de Khieu Samphan, que fue jefe de estado en el gobierno camboyano de los Jemeres Rojos entre 1975 y 1979. Fue condenado en 2018 por genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, y sentenciado a cadena perpetua.
La corte dedicó 337 millones de dólares y 16 años a condenarles apenas a él y a otros dos acusados en relación a un reinado de terror que provocó unas 1,7 millones de muertes.
Khieu Sampan negó haber tenido ningún poder real de decisión en las políticas de los Jemeres Rojos, que intentaban establecer una sociedad agraria utópica y provocaron muertes de sus compatriotas en ejecuciones, hambre y tratamiento médico inadecuado.
El régimen fue derrocado en 1979 por una invasión del gobierno comunista de la vecina Vietnam.
El fallo final de la corte no marcaba una gran diferencia. Khieu Samphan tiene 91 años y ya cumple otra cadena perpetua por su condena en 2014 de crímenes contra la humanidad, en relación con el traslado y la desaparición forzosa de multitudes.
Su coacusado, Nuon Chea, número dos de los Jemeres Rojos y su ideólogo jefe, fue condenado en dos ocasiones y recibió la misma sentencia de por vida. Nuon Chea murió en 2019 a los 93 años.
El tribunal sólo emitió otra condena, la de Kaing Guek Eav, también conocido como Duch, que fue el comandante de la prisión de Tuol Sleng donde unas 16.000 personas fueron torturadas antes de ser trasladadas para ser asesinadas. Duch fue condenado en 2010 por crímenes contra la humanidad, asesinato y tortura y murió en 2020 cuando cumplía una cadena perpetua.
El auténtico líder de los Jemeres Rojos, Pol Pol, eludió la justicia. Murió en la selva en 1998 a los 72 años, mientras los restos de su movimiento libraban sus últimas batallas en la guerra de guerrillas que emprendieron tras perder el poder.
Sólo hubo otros dos acusados, cuyos juicios no se completaron. El exministro de Exteriores Ieng Sary murió en 2013, y su esposa, la exministra de Asuntos Sociales Ieng Thirith, fue declarada incapaz de enfrentar un juicio debido a la demencia en 2011 y murió en 2015.
Otros cuatro sospechosos, mandos intermedios del régimen, evitaron ser procesados por diferencias entre los juristas de la corte.
Una vez completa su labor activa, el tribunal iniciaba un periodo de tres años centrado en reordenar sus archivos y difundir información sobre su labor con fines educativos. Hay un consenso sobre que el legado de la corte va más allá de los registros judiciales.
Craig Etcheson, que ha estudiado y escrito sobre los Jemeres Rojos y dirigió las investigaciones de la fiscalía de la corte entre 2006 y 2012, señaló que la corte deja “una documentación extraordinaria de esos crímenes (...) que educará a los jóvenes camboyanos sobre la historia de su país y frustrará profundamente cualquier intento de negar los crímenes de los Jemeres Rojos”.
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Peck informó desde Bangkok. El periodista de AP Jerry Harmer contribuyó a este despacho.