Corea del Sur bate su récord: suma 950 casos más de COVID-19
Corea del Sur reporta el sábado 950 nuevos casos de coronavirus, su mayor incremento diario desde el inicio de la pandemia, mientras aumenta el temor a la saturación de los hospitales en el área metropolitana de la capital, Seúl
Corea del Sur reportó el sábado 950 nuevos casos de coronavirus, su mayor incremento diario desde el inicio de la pandemia, mientras aumenta el temor a la saturación de los hospitales en el área metropolitana de la capital, Seúl.
El dato revelado por la Agencia para el Control y Prevención de Enfermedades elevó el total nacional a 41.736 infectados, luego de que las autoridades sanitarias sumaran más de 8.900 pacientes en los últimos 15 días. Además, seis personas murieron a causa del COVID-19 en las últimas 24 horas, elevando el total a 578, agregó.
De los nuevos casos, cerca de 680 se registraron en las inmediaciones de Seúl, una zona con una elevada densidad de población donde las autoridades tienen problemas para rastrear los contagios, que surgen por todas partes, desde hospitales o centros a restaurantes, saunas, escuelas y unidades del ejército.
También se confirmaron infecciones en otros grandes centros urbanos, incluyendo Busan, Gwangju, Daejeon, Ulsan y Daegu, una ciudad del sureste del país que fue el epicentro de la primera ola en primavera.
El gobierno había reducido las restricciones a su nivel más bajo en octubre a pesar de que los expertos advirtieron sobre el repunte del virus con la llegada del frío, cuando la gente pasa más tiempo en espacios cerrados. Algunas de las medidas volvieron a imponerse en las últimas semanas, como el cierre de clubes de ocio nocturno o permitir que los restaurantes realicen solo entregas o pedidos a domicilio a partir de las 21:00 horas.
El primer ministro, Chung Sye-kyun, dijo que el país podría tener que endurecer las restricciones a su nivel más alto, que incluye prohibir las reuniones de más de 10 personas, cerrar las escuelas, suspender las competiciones deportivas profesionales y exigir a las empresas que la mayoría de sus empleados trabajen desde casa.
En un mensaje en Facebook, el presidente, Moon Jae-in, se disculpó por la incapacidad de su gobierno para frenar el brote tras meses de medidas que dañaron la economía. El dirigente pidió a la población que esté vigilante y apuntó que atraviesan su “última crisis antes de la lleagada de las vacunas y el tratamiento”.
Las autoridades sanitarias están tratando también de aumentar el número de pruebas de detección y de evitar que personas asintomáticas o con cuadros leves propagan el COVID-19. A partir del lunes, los tests rápidos de antígenos que se realizan en urgencias, en unidades de cuidados intensivos y en hospitales remotos estarán cubiertos por la Seguridad Social. Las pruebas tendrían un costo de cerca de 8.000 wones (7 dólares) cada una.
Por su parte, Tokio reportó el sábado 621 nuevos casos, un nuevo récord para la capital japonesa, donde la falta de medidas gubernamentales despertó el temor a un nuevo repunte durante la temporada navideña. En total, el país ha registrado 174.000 casos con 2.500 decesos.
Los expertos de un grupo de trabajo contra el coronavirus en la zona metropolitana de Tokio dijeron que los casos graves están aumentando, elevando la presión sobre los hospitales y obligando a muchos de ellos a dejar de atender a otros pacientes.
El grupo de trabajo pidió el viernes al gobierno que tome medidas más restrictivas para reducir la actividad social y económica, como suspender los viajes fuera de la ciudad y reducir los horarios comerciales en las zonas donde suben los contagios. Los últimos datos muestran que las medidas actuales no han sido efectivas y la situación podría empeorar durante las vacaciones de final de año.
Además, ocho naciones principalmente occidentales acusaron a Corea del Norte de utilizar la pandemia “para seguir tomando medidas enérgicas contra los derechos humanos de su propia población”, apuntando a reportes de un aumento de las ejecuciones relacionadas con el coronavirus y de los escritos controles de movimiento dentro y en torno a su capital, Pyongyang.
El comunicado se leyó virtualmente el viernes luego de una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a puerta cerrada en la que se abordó la situación de los derechos humanos en la hermética nación.
Siete miembros del Consejo — Alemania, Bélgica, República Dominicana, Estonia, Francia, Reino Unido y Estados Unidos — además de Japón, dijeron que Corea del Norte estaba poniendo la potencia nuclear y militar por encima de sus ciudadanos.
La decisión del gobierno “de priorizar sus programas de armas sobre las necesidades de su gente y su aislamiento de la comunidad internacional están empeorando inevitablemente el impacto de la pandemia en la población norcoreana”, apuntó el comunicado.
Corea del Norte selló su frontera con China, su mayor socio comercial y benefactor, al inicio de la pandemia en enero. El gobierno de Kim Jong Un mantiene que no ha detectado ningún caso de COVID-19 en su territorio, una afirmación disputada por expertos extranjeros.