Conte regresa a la Premier como técnico de Tottenham

Tottenham contrató el martes a Antonio Conte como su tercer técnico en siete meses, marcando el regreso del italiano a la Liga Premier tras haber sacado campeón a Chelsea

Conte firmó un contrato que le ata hasta el final de la temporada 2022-23, con una opción para extenderlo.

Fue designado al día siguiente del despido de Nuno Espírito Santo, precipitado tras perder la mitad de los 10 partidos que dirigió en la primera división del fútbol inglés.

Conte había estado sin trabajar desde que se desvinculó del Inter de Milán en mayo, poco después de coronarse campeón de la Serie A italiana.

En su etapa anterior en Inglaterra Conte conquistó un título de la Premier y también la Copa de la FA. Se marchó del club de Londres al final de la temporada de 2018.

“Estoy extremadamente feliz de volver a dirigir y de hacerlo en un club de la Liga Premier que tiene la ambición de ser protagonista otra vez”, dijo Conte.

“Tottenham Hotspur tiene instalaciones de primer nivel y uno de los mejores estadios del mundo", añadió.

Conte había sido sondeado previamente por Tottenham para ser el sustituto de José Mourinho en junio, pero no alcanzaron un acuerdo.

Sin embargo, el director deportivo Fabio Paratici se sumó posteriormente a Tottenham y mantiene una buena relación con su compatriota italiano tras haber trabajado juntos en la Juventus.

Conte debutaría en el partido de la Europa Conference League contra el club holandés Vitesse Arnhem el jueves. Su estreno en la Premier será el domingo con una visita a Everton.

“Estamos deleitados por darle la bienvenida a Antonio al club”, dijo Paratici. “Su trayectoria habla por si sola, con vasta experiencia y trofeos tanto en Italia como en Inglaterra”.

La temporada arrancó promisoriamente con Nuno. Los Spurs ganaron sus tres primeros partidos y el portugués recibió el galardón del mejor técnico de la Premier en el mes de agosto.

Pero Tottenham procedió a perder cinco de sus siguientes siete partidos. Las derrotas contra West Ham y Manchester United en sus últimos dos partidos de la Premier evidenciaron a un equipo sin vocación ofensiva, casi sin rematar a puerta.