Comentario de coordinador defensivo, otro golpe a Commanders
Los Commanders de Washington se han colocado nuevamente en el centro de una controversia totalmente ajena a la NFL
Los Commanders de Washington se han vuelto a colocar en el centro de una controversia totalmente ajena a la NFL, un nuevo revés en la veloz caída de su reputación, que es ahora la de uno de los equipos más disfuncionales en el deporte profesional.
Las consecuencias del traspié más reciente que obligó una explicación o a una disculpa podrían ir más allá del vestuario después de que el coordinador defensivo Jack Del Rio comparó las protestas que siguieron a la muerte de George Floyd con el asalto al Capitolio federal del 6 de enero.
La polémica hundió de inmediato la mejor oportunidad que tenía el equipo para lograr un acuerdo tendente a construir un estadio, el proyecto más importante a largo plazo del propietario Dan Snyder en medio de una prolongada sequía de victorias en playoffs y una ausencia de entusiasmo entre los fanáticos.
Diversos legisladores de Virginia señalaron las declaraciones de Del Rio como otra razón para no aprobar un proyecto de ley que atraiga a los Commanders al estado. Y el jueves, la trastabilleante iniciativa se derrumbó de manera definitiva para el resto del año.
En una breve entrevista con The Associated Press, el líder de la mayoría demócrata del Senado en Virginia, Dick Saslaw, mencionó que había varias y “otras cuestiones que ameritaban una respuesta”.
La lista de asuntos vergonzosos y preocupantes que enfrenta el otrora histórico equipo va en aumento.
Los Commanders, que adoptaron ese nombre tras cancelar el anterior en 2020 en medio de las protestas nacionales contra el racismo en Estados Unidos, jugaron las últimas dos campañas como el Equipo de Fútbol de Washington. La cultura del club en el entorno de trabajo ha estado sujeta a investigaciones debido a los incidentes de acoso sexual mencionados por varias empleadas.
Una pesquisa a cargo de la abogada Beth Wilkinson, emprendida primero por el equipo y asumida por la NFL, puso al descubierto una cultura tóxica en el entorno de trabajo y derivó en la imposición de una multa de 10 millones de dólares.
Como la NFL no entregó el verano pasado un informe de la investigación, el Congreso emprendió la suya propia sobre las denuncias de acoso sexual, que se ampliaron a posibles irregularidades financieras basadas en el testimonio de un exempleado.
Aunque la Comisión Federal de Comercio fue informada de posibles infracciones a las leyes financieras —lo que el equipo rechaza categóricamente— y las autoridades de Virginia y el Distrito de Columbia emprendieron una investigación al respecto, el Congreso viró su atención nuevamente a la cultura en el lugar de trabajo.
Apenas la semana pasada, la Comisión sobre Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes federal invitó a Snyder y al comisionado de la NFL, Roger Goodell, a que comparezcan el 22 de junio en una audiencia.