Caso de dopaje ruso beneficia al gobierno chino
Hace poco más de una semana, las preguntas de los reporteros no chinos en las conferencias de prensa diarias en los Juegos Olímpicos, se centraban en temas sensibles para China: la tenista Peng Shuai, el trato a la etnia musulmana de los uigures y la eficiencia de la burbuja contra el COVID
Hace poco más de una semana, las preguntas de los reporteros no chinos en las conferencias de prensa diarias en los Juegos Olímpicos, se centraban en temas sensibles para China: la tenista Peng Shuai, el trato a la etnia musulmana de los uigures y la eficiencia de la burbuja contra el COVID.
Estos días, todo se concentra en un escándalo de dopaje, con Rusia como protagonista, y poco más.
El escándalo en torno a la patinadora rusa Kamila Valieva cambió la narrativa de Juegos de Beijing, dejando de lado los temas que las autoridades chinas prefieren evitar.
“El gran ganador del escándalo de Valieva es el gobierno chino”, aseguró el historiador olímpico David Wallechinsky mediante un correo electrónico. Wallechinsky ha sido un persistente crítico del gobierno chino y no asistió a los Juegos, su primera ausencia desde 1988.
“Es un alivio para ellos no tener que responder a comentarios sobre derechos humanos”, agregó Wallechinsky.
El foco está en Valieva, la adolescente de 15 años que seguirá hasta el programa largo del patinaje artístico el jueves, cuando se espera se lleve el oro — su segundo en los Juegos. Pero no podrá participar en la ceremonia de medallas tras el resultado positivo en un control antidopaje antes de la justa.
El Comité Olímpico Internacional dijo que “no sería apropiado realizar la ceremonia de medallas” debido a que el caso seguramente acabará ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, y que el lunes decidió que ella podía competir.
Peng, quien llegó a ser número uno de dobles en tenis, acusó a un ex alto cargo del Partido Comunista chino de acoso sexual. La acusación que hizo hace tres meses fue censurada en la internet de China.
El internamiento de al menos 1 millón de uigures ha sido considerado genocidio por Estados Unidos y otros países, lo que China a considerado “la mentira del siglo”. El tema no puede ser abordado por los reporteros chinos y por decisión propia del COI.
Hubo cuestionamientos sobre la seguridad de los atletas en caso de que sus comentarios molestaran al gobierno autoritario chino, pero las preguntas desaparecieron debido a que pocos se han pronunciado.
Después de días de dominar las ruedas de prensa, el lunes se dio a conocer qué Valieva podría competir.
Todos están pendientes. No sólo por sus habilidades en el hielo, pero debido al siguiente capítulo en la saga de una adolescente atrapada entre fuerzas poderosas y una nación conocida por hacer lo que sea para obtener el resultado deseado.
Esta nación, de momento, no es China.
“Seguramente es una distracción positiva de más potenciales subversiones y de críticas a los Juegos y sobre China”, comentó Maria Repnikova, experta en China de la Universidad de Georgia State. “Como unos Juegos Olímpicos ofrecen una oportunidad apta a la comunidad internacional para investigar e informar sobre la situación en el país anfitrión, tener un escándalo que aleja la atención de China en este caso es algo que favorece a las autoridades china", añadió en un correo electrónico.