Carlos Correa revoluciona a los Mellizos
En cuestión de tres semanas tras el final del paro patronal, ningún otro equipo modificó tanto su fisonomía como los Mellizos de Minnesota
En mera cuestión de tres semanas tras el final del paro patronal, ningún otro equipo modificó tanto su fisonomía como los Mellizos de Minnesota.
El mes pasado, los Mellizos eran el devaluado equipo que fue último en su división, perdiendo 89 juegos, y con una frágil rotación abridora.
Aunque hay ciertas fisuras en el roster, ahora cuentan con Carlos Correa como torpedero y bateando en el parte medular de su orden ofensivo.
Nadie se imaginaba que el astro puertorriqueño acabaría pactando con Minnesota por un salario anual de 35,1 millones de dólares, el más alto en la historia para un infielder.
“Te dice todo lo necesitas saber sobre el pensamiento de los jefes. Quieren ganar ahora, y creo que tenemos la oportunidad para hacerlo", comentó el relevista de los Mellizos Tyler Duffey. “Traer un pelotero como él que se ha consagrado y tiene tanta experiencia y varios años de carrera, significa un vuelco tremendo para nosotros”.
Nunca antes los Mellizos habían atrapado a uno de las figuras más destacadas del mercado de agentes libres, como fue el caso de Correa. El truco para que un equipo de la clase media pudiera fichar a un jugador élite en una posición clave fue ofreciendo un contrato a corto plazo.
El pacto de tres años incluye opciones que permitirían a Correa salirse del mismo en cada una de las primeras dos campañas, con lo que podría volver a entrar al mercado el próximo invierno y conseguir un contrato más jugoso.
Correa no firmó con los Mellizos simplemente porque tengan disposición de dejarle ir. El boricua de 27 años recalcó encontró buena sintonía con el equipo. También se entusiasmó por sus astronómicos números en el Target Field, con un porcentaje de slugging de .783 en 17 juegos, el más alto en cualquiera de los 30 estadios de las mayores. También es fan de una delicia culinaria en las Ciudades Gemelas: unas hamburguesas cargadas de queso.
“No lo veo como algo de un año", dijo Correa. “Lo queremos ver como: ‘quiero crear una cultura de campeones en esta organización’”.
Los Mellizos están deleitados con esa actitud.
“¿Cómo le hacemos para que sea una sociedad a largo plazo?", dijo el presidente de operaciones de béisbol Derek Falvey.
EL ESTADIO IDEAL
Correa dice que lo que más le gusta del estadio son los arbustos detrás del jardín central. Ha sacudido seis jonrones hacia esa sección del Target Field, incluyendo uno en la serie de comodines de 2020.
“Ves muy bien la pelota", dijo Correa. “Las estadísticas hablan por sí solas en ese estadio, me siento muy cómodo cuando voy a la baja”.
LA NUEVA ROTACIÓN
Los abridores de los Mellizos registaron una efectividad de 5.18 la pasada temporada, la tercera peor de la Liga Americana.
Tendrán una rotación muy distinta a la de hace un año, con el recién llegado Sonny Gray como líder. Gray fue adquirido dentro de un canje con Cincinnati, uno de los tres que concretaron apenas culminó el paro patronal.
Dylan Bundy y Chris Archer se sumaron como agentes libres. Joe Ryan y Bailey Ober son los sobrevivientes tras prometedores debuts en 2021. Kenta Maeda (codo) y Randy Dobnak (dedo) estarán fuera por buen tiempo debido a lesiones.
CAMBIOS
El receptor Gary Sánchez y el infielder Gio Urshela llegaron procedentes de los Yanquis dentro del canje con el que sacaron de encima el elevado salario del tercera base Josh Donaldson, y de paso les facilitó fichar a Correa. El colombiano Urshela y el venezolano Luis Arraez se repartirán las funciones en la tercera base.
Después de canjear a Nelson Cruz el pasado verano, los Mellizos renunciaron tener un bateador designado fijo. Ryan Jeffers, el primera base dominicano Miguel Sanó y Arraez se alternarán en la tarea.