Caos en Kabul fue el resultado de ignorar advertencias
Las advertencias eran claras: El gobierno afgano posiblemente caería una vez que las tropas estadounidenses se retiraran del país
Las advertencias eran claras: El gobierno afgano muy posiblemente caería una vez que las tropas estadounidenses se retiraran del país. Pero las agencias de inteligencia y, en última instancia el presidente Joe Biden se equivocaron al calcular lo pronto que esto sucedería, lo que hizo que perdieran semanas que pudieron usarse para las tareas de evacuación y dio pie a una crisis de política exterior.
Sin una idea de que el país podía colapsar en tan poco tiempo, el gobierno le hizo caso al presidente afgano, Ashraf Ghani, cuando se reunió personalmente con Biden en junio pasado. Biden afirma que Ghani lo presionó para frenar cualquier evacuación urgente de estadounidenses, argumentando que ello sería invitar al Talibán a avanzar con mayor velocidad — como sucedió de cualquier forma — y enviaría un mensaje al ejército afgano de deponer las armas.
Fue una petición a la que Biden accedió, a pesar de más de una década de profundo escepticismo sobre la capacidad del gobierno y del ejército de Afganistán, dada su corrupción y malas gestiones.
El miércoles, Biden culpó a Ghani de abandonar el país, y a las fuerzas afganas, por rendirse muy fácilmente ante el Talibán. Dijo a ABC News que, a su parecer, los problemas con el retiro de tropas eran inevitables.
“La idea de que, de alguna forma, había manera de salir sin que se desatara el caos, no sé como hubiera pasado eso”, declaró.
Funcionarios de Estados Unidos calculan que aún hay alrededor de 10.000 estadounidenses en Afganistán, junto a decenas de miles de afganos que buscan salir del país luego de colaborar o combatir junto a las tropas estadounidenses durante la ocupación de casi dos décadas.
Biden fue fuertemente criticado por su declaración del lunes de que algunos afganos, "aún esperanzados en su país”, no querían irse. El Departamento de Estado tiene un retraso de decenas de miles de solicitudes de visa presentadas por aquellos que durante años han intentado dejar la nación antes del retiro de las tropas estadounidenses. El plazo para completar el retiro es el 31 de agosto, pero Biden aseguró el miércoles que ningún estadounidense sería abandonado en Afganistán.
A pesar de que los analistas han advertido desde hace tiempo que el gobierno afgano estaría en grave peligro sin el apoyo de Estados Unidos, no previeron la velocidad con la que el Talibán recuperaría el poder.
Ese error ha dado pie a revisiones inmediatas para averiguar qué fue lo que salió mal, señalaron funcionarios y exfuncionarios federales que hablaron bajo condición de anonimato debido a que no contaban con autorización para discutir el tema de manera pública.
Hace apenas dos semanas, las agencias de inteligencia presentaron informes a legisladores en los que no se hacía referencia a un colapso inminente del gobierno afgano, dijo un funcionario al tanto de los informes.
Un estimado de defensa de que Kabul podría quedar rodeada en cuestión de 30 días —una evaluación que fue descrita como pesimista cuando se reportó en primera instancia la semana pasada— resultó en su lugar demasiado optimista. En poco más de una semana, el Talibán avanzó por todo el país y entró a Kabul sin enfrentar oposición. Ghani y sus principales asesores huyeron del país.
El general Mark Milley jefe del Estado Mayor Conjunto, insistió el miércoles que no tenía indicios de la velocidad del colapso en Afganistán.
“No había nada que yo o alguien más viera que indicara un colapso de este ejército, y de este gobierno, en 11 días”, puntualizó.
Un alto funcionario de inteligencia dijo que las agencias sí identificaron el riesgo de un rápido colapso del gobierno afgano y la situación “se tornó pesimista” durante los últimos meses de combates.
“Habiendo dicho esto, el gobierno afgano se desplomó incluso más rápido de lo que anticipábamos”, declaró el funcionario.