Callahan, enfocada en su trabajo como nueva coach de Piratas
Caitlyn Callahan es la primera coach en los 135 años de historia de los Piratas de Pittsburgh
A finales de 2019, Caitlyn Callahan se encontraba en un Starbucks. De pronto, miró su teléfono y vio la noticia que cambió su vida.
Mediante un par de “clics”, se enteró de que los Yanquis de Nueva York habían convertido a Rachel Balkovec en la primera mujer que se desempeñaría a tiempo completo como coach de las Grandes Ligas. Lo que Callahan consideraba una puerta cerrada, se abrió.
“¿Alguna vez has estado en una de esas situaciones en playoffs cuando vienes al bate y hay alguien en segunda y sientes el entusiasmo de estás lista y dices 'quiero estar en la caja de bateo’? Bueno, así se sintió", relató Callahan. “Estaba emocionada de verlo. Me hizo estremecer un poco, porque honestamente sentí que eso nos di poder".
Y un indicio de lo que estaba por venir.
Un par de años después de que Balkovec rompió la barrera que Callahan temió se mantendría para siempre, ella misma hizo lo propio. Se convirtió en la primera coach en 135 años de historia con los Piratas de Pittsburgh.
El equipo contrató a la joven de 26 años el mes pasado como entrenadora de desarrollo, puesto que consiguió por sus conocimientos, talento y tenacidad.
“Tiene las características clave que buscamos en cualquier entrenador —una genuina curiosidad por aprender sobre las mejores y más modernas prácticas de entrenar”, indicó el gerente general de los Piratas Ben Cherington.
Se trata de una mentalidad que Callahan desarrolló en la secundaria, cuando se cansó del softbol en su vecindario del sur de California El entrenador de su hermano pequeño le sugirió que probara el béisbol, lo cual hizo por un periodo breve.
Aunque regresó al softbol en la preparatoria y jugó para el St. Mary's College de la Universidad de Boston, el béisbol se quedó con ella.
Aún así, Callahan pensó que si quería mantenerse cerca del deporte tendría que ser en un papel secundario. Y ése fue el tipo de trabajo que hizo tras graduarse.
Eso cambió el otoño pasado, cuando se entrevistó por teléfono con el coordinador de video y tecnología de ligas menores de los Piratas, Marc Roche. La llamada desembocó en una invitación a viajar de Arizona a Bradenton, Florida para participar en el entrenamiento de bateo con un grupo de peloteros de las menores.
No pasó mucho tiempo para que Callahan destacara de cierta manera que hacer bien o mal el trabajo no tenía nada que ver con su género.
Está lista. Ha estado lista por mucho tiempo.