Básquetbol en formato 3x3 pasa de la calle a debut olímpico
Con un DJ y partidos de menos de 15 minutos, la versión tres contra tres de básquetbol de media cancha hace su debut en los Juegos Olímpicos
Todo aquel que haya jugado básquetbol callejero de tres contra tres sabe que hay dos maneras efectivas de iniciar una gresca en medio del encuentro.
Hablar mal sobre la mamá de alguien o señalar una falta ofensiva.
En el debut del básquetbol en formato tres contra tres y media cancha en los Juegos Olímpicos el sábado, el holandés Arvin Slagter arremetió con violencia al serbio Dejan Majstorovic, que terminó en el piso.
Sonó un silbato. Un árbitro vistiendo una camiseta gris oscuro y shorts negros cerró una mano, estiró su brazo y soltó el puño de manera muy distinta a como sucedería en un juego callejero.
“Falta ofensiva”, gritó.
Nadie discutió. Fue una de muchas señales de que esta versión olímpica del juego “callejero” urbano, como suele llamársele, es un tanto diferente de lo que sucede en el asfalto en todo el mundo.
Y sí, es diferente, pero escuchar a los jugadores decirlo resulta divertido.
“El tres contra tres es básquetbol jugado con mucha intensidad”, afirmó Jessey Voorn, compañero de Slagter. “Pero no es básquetbol callejero”.
A los Juegos Olímpicos les agradó la idea de “básquetbol callejero” porque están haciendo todo lo posible por incluir en el programa de verano deportes que atraigan a un público más joven y diverso. El skateboarding, el surfing, el alpinismo deportivo y, dentro de tres años en París el breakdance (un baile que se creó en la cultura callejera de la década de 1980) se encuentran entre los nuevos deportes también elegidos para cumplir esa misión.
En al menos una forma, el básquetbol en formato tres contra tres está cumpliendo el papel de expansión internacional a la perfección. El deporte inventado y perfeccionado en las calles de Estados Unidos no cuenta con un representante estadounidense en la rama de hombres de la llave de ocho equipos olímpicos. Y en la rama femenil tiene un equipo de Mongolia.
No cuenta con aficionados, al menos en Tokio donde no se permitió la presencia de espectadores debido a la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, cuenta con varios DJs. Daft Punk Kanye West y más estuvieron presentes todo el día frente a las butacas vacías que, algún día, estarán ocupadas de nuevo.