Bolsonaro asistirá a la Cumbre de las Américas tras dudarlo
El presidente brasileño Jair Bolsonaro ha decidido asistir a la Cumbre de las Américas que se llevará a cabo en Los Ángeles el próximo mes y planea reunirse con su homólogo estadounidense Joe Biden, informan funcionarios cercanos al mandatario
El presidente brasileño Jair Bolsonaro ha decidido asistir a la Cumbre de las Américas que se llevará a cabo en Los Ángeles el próximo mes y planea reunirse con su homólogo estadounidense Joe Biden, informaron el miércoles por la noche funcionarios cercanos al mandatario.
Tres de los ministros del gabinete de Bolsonaro confirmaron la decisión a The Associated Press, después de semanas en las que su asistencia seguía siendo una incógnita. Algunos medios de comunicación habían informado que había descartado asistir.
Los funcionarios brasileños, que hablaron bajo condición de anonimato debido a que no estaban autorizados para hablar públicamente del tema, dijeron que la reunión bilateral con Biden ha sido confirmada.
La oficina de prensa en la embajada de Estados Unidos en Brasilia declinó comentar al respecto.
De realizarse, sería la primera reunión bilateral para los mandatarios de Estados Unidos y Brasil.
La cumbre, que Estados Unidos alberga por primera vez desde el evento inaugural de 1994, ha estado en riesgo de colapsar por inquietudes sobre la lista de invitados, y luego de que varios mandatarios de la región amenazaron con no asistir.
Además de la de Bolsonaro, otra posible ausencia notable sería la del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ha amenazado con boicotear el evento si no se incluye a Cuba, Venezuela y Nicaragua. López Obrador comentó a los periodistas el miércoles en su conferencia de prensa diaria que la posibilidad de asistir seguía bajo discusión.
Bolsonaro, aliado del expresidente estadounidense Donald Trump, estuvo entre los últimos dirigentes extranjeros en reconocer la victoria electoral de Biden en 2020.
Después de que Biden asumió el cargo, el gobierno de Bolsonaro hizo un esfuerzo para demostrar un renovado compromiso para frenar la deforestación en la selva tropical de la Amazonía, incluyendo mayores compromisos en las discusiones de la ONU sobre el clima en Glasgow. Pero las reuniones bilaterales fracasaron cuando los datos mostraron que la destrucción continuaba.